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R. A.
Viernes, 27 de enero 2017, 04:19
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Eran poco más de las once y cuarto de la mañana cuando uno de los vehículos que circulaba a esa hora por la autovía del Cantábrico en Soto del Barco comenzó a arder. El coche, un turismo con matrícula con matrícula 2342-GKN y de ocho años de antigüedad, se encontraba entonces a la altura del punto kilométrico 418, un poco antes de la salida del aeropuerto.
Hubo tiempo suficiente para que sus ocupantes pudieran apartarlo de la vía y salir por sus propios medios, por lo que no se registraron heridos. Para apagar el fuego, eso sí, tuvieron que recurrir a los Bomberos, que desplazaron a una dotación desde el parque de Pravia. Ellos fueron los encargados no solo de extinguir las llamas, sino también de realizar las oportunas tareas de seguridad. También se dio parte a la Guardia Civil de Tráfico y a los responsables de conservación de la autovía. Las alteraciones en el tráfico fueron mínimas gracias a que el vehículo pudo apartarse a tiempo al arcén y fue allí donde se realizaron las operaciones.
El coche resultó completamente calcinado, igual que sucedió hace dos días en Gozón, en el punto kilométrico 4,5 de la carretera AS-238 entre Avilés y Luanco, justo en la división entre ambos concejos. Tampoco en esa ocasión hubo que lamentar heridos, ya que el conductor y su acompañante pudieron reaccionar a tiempo y abandonar el turismo antes de que las llamas lo devorasen.
En aquella ocasión el vehículo era más antiguo, pero su combustión también sorprendió a sus ocupantes. La reacción de los conductores fue la misma en ambos casos, y gracias a ello se pudieron evitar tanto heridos como complicaciones en la circulación.
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