Las educadoras de infantil aseguran que su situación es «discriminatoria»

Las educadoras de las tres escuelas municipales de educación infantil, se han convertido en una de las piezas clave en la negociación entre los sindicatos y el gobierno local. Los primeros exigen que estas trabajadoras sean incluidas dentro de la Relación de Puestos de Trabajo del Ayuntamiento, mientras que el segundo alega que la situación del primer ciclo de infantil podría variar su situación actual en base a decisiones de una administración de mayor rango, es decir, del Principado. Entre tanto, las educadoras lamentan su actual situación laboral, que cada verano las coloca en una complicada situación con amenazas de despidos.

El colectivo considera que su situación es «discriminatoria» con respecto a la del resto de la plantilla municipal. Por una parte, lamentan su «inestabilidad laboral», ya que al finalizar cada curso, en el mes de julio, desconocen la plantilla real con la que contarán en septiembre. Además, denuncian el hecho de que no se reconozca su categoría profesional. «Tenemos el salario más bajo del Ayuntamiento», aseguran. Son además, las únicas que tienen el salario «congelado desde el año 2002».

Así las cosas, las educadoras recuerdan que no son un servicio de guardería. «Somos el primer ciclo de educación infantil y llevamos a cabo un proyecto educativo», explican. Detallan además que tienen «funciones pedagógicas», que se encargan de recabar información sobre los niños y niñas y facilitar la participación de las familias y que, además, llevan a cabo otras labores «que no están reguladas en ningún sitio por falta de apoyo». Entre ellas se encontrarían «barrer, coger el teléfono, abrir puertas, atender visitas...».

Estas trabajadoras, que ascienden a una treintena, se plantean si su situación sería la misma en el caso de no ser un colectivo «íntegramente de mujeres». Recuerdan además que son técnicas superiores en educación infantil, y que han sido contratadas por el Ayuntamiento a través de un concurso-oposición. La mayoría de ellas, no obstante, han llegado a ser consideradas como personal indefinido «por sentencia judicial», mientras que otras acostumbran a recibir sus cartas de despido a mediados de cada mes de julio y vive una incógnita todos los veranos con la amenaza de ser despedidas hasta que el Principado admite al listado de alumnos que se han inscrito para el curso siguiente.

Apoyo a los sindicatos

Las educadoras han expresado públicamente su defensa de las acciones que están llevando a cabo los sindicatos municipales estos últimos días. Fueron uno de los primeros colectivos en visitar a los encerrados en el salón de Plenos y ayer, a través de un escrito, reiteraron ese apoyo «a todos los representantes sindicales por la lucha que están llevando a cabo a favor de los derechos de todos los trabajadores municipales».