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Un numeroso grupo de personas aguantó bajo la lluvia para acompañar a la Sardina por las calles de Avilés.
Avilés entierra la Sardina y el Antroxu

Avilés entierra la Sardina y el Antroxu

La última actividad del programa festivo puso fin ayer a una intensa semana

B. MENÉNDEZ

Jueves, 2 de marzo 2017, 09:11

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Los incondicionales del Antroxu disfrutaron ayer de la última gran actividad que, como ya es tradición, sirve a modo de despedida del Antroxu: el Entierro de la Sardina. Antes, en Llaranes la Cofradía de la Sardina Arenque comenzó la jornada con el desenclavo, la quema d'atrepeyos y el '¡Adiós con el corazón!'

Ya en Avilés, el velatorio, entierro y posterior desfile desde la plaza del Carbayo en Sabugo comenzaron con algo de retraso por la inesperada irrupción de la lluvia, que provocó las lamentaciones de algunos cofrades del Santo Entierro de la Sardina. «Parece que Dios no está con nosotros este año, o quizá está llorando por la sardina, quién sabe», bromeaba uno de los miembros antes de dar comienzo al recorrido que les llevaría por las principales calles de la ciudad.

Nada detuvo a la cofradía, ni siquiera una equivocación a la hora de completar el recorrido diseñado desde la Concejalía de Festejos. La comitiva siguió por el itinerario de años anteriores sin reparar en los cambios, lo que propició la intervención de la Policía Local para evitar problemas con el tráfico. Tras reparar la confusión, el desfile llegó a la plaza de España, donde ya les esperaba la estaca para incinerar a la sardina y entonar la tronada final.

Ante el numeroso público fiel a la cita procedieron a completar la típica ceremonia entre los cantos que, como siempre, hicieron un 'repaso' a la política local, nacional e internacional. Los conflictos laborales abiertos en Avilés, la violencia de género y el recién estrenado presidente norteamericano, Donald Trump, fueron los principales protagonistas de las reivindicaciones y críticas con tono satírico.

Una vez finalizado el acto, los cofrades repartieron vino y sardinas arenque entre los participantes antes de continuar con la fiesta en El Carbayedo acompañados de Ana Hevia, concejala de Festejos.

Avilés se despidió así de una semana de actividades en la que no faltaron los disfraces ingeniosos, los múltiples conciertos o la gastronomía típica. Todos volverán para celebrar el Antroxu 2018.

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