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Urgente «Cuando llegué abajo y vi las llamas, se me vino el mundo encima»
Crom, el Pit Bull Terrier, que desde el pasado miércoles duerme en una clínica veterinaria de Llanera.
«No soy un loco, solo he encontrado trabas para regularizar a mi perro»

«No soy un loco, solo he encontrado trabas para regularizar a mi perro»

El joven al que el pasado miércoles retiraron un Pit Bull Terrier por carecer de licencia asegura que ninguna administración le da una solución

C. R.

Sábado, 4 de marzo 2017, 09:13

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D. D. G. está sorprendido por la virulenta reacción que ha despertado la noticia de la retirada de un Pit Bull Terrier, un perro de raza potencialmente peligrosa, a un vecino de Valliniello. Él es ese vecino y asegura que no se ha encontrado «más que trabas» desde que le pusieron la primera denuncia. Acumula 5.770 euros en multas y «lo peor» es que no encuentra la fórmula de sacar esa licencia que ya le ha costado tanto dinero, que de momento se acumula en forma deuda. «He preguntado al Ayuntamiento y a la Consejería y no se aclaran. Me dijeron, palabras textuales, 'esto es como un coche embargado, que no se puede transferir', o sea, que después de la primera denuncia ya era imposible arreglar nada. Tras esa respuesta decidí darme por vencido, al fin y al cabo el perro siempre ha estado bien cuidado. No soy un loco», afirma mientras exhibe toda la documentación que se exige para este trámite: certificados veterinarios y las distintas denuncias y resoluciones.

Con todo, entona el mea culpa. Reconoce que los problemas comenzaron «por mi vagancia o desidia». Explica que presentó toda la documentación, que todavía hoy obra en su poder, al Ayuntamiento, pero no se le aceptó porque faltaba por firmar una declaración bajo juramento. «Me lo devolvieron y ya me dio pereza volver a realizar el trámite otra vez». Quizás si hubiera sabido lo que se le venía encima, se lo hubiera pensado mejor.

Las multas comenzaron a sucederse. La primera fue en mayo de 2013 y fue doble: 3.005 euros por carecer de licencia y 601 euros por llevar a 'Crom' sin bozal. «Ya me vale», reconoce ahora.

Fueron las primeras y las que pusieron el foco sobre él. Para las autoridades ya era un propietario sobre el que mantener la vigilancia. «Después de estas multas, fue cuando retomé lo de la licencia y no pararon de darme vueltas para nada porque al final me dijeron eso, que habiendo sido ya denunciado no podía pasar el trámite». En un primero momento valoró entregar a alguna familia su perro. «De aquella tenía dos años y opciones para ser querido», pero la opción no fraguó y 'Crom' siguió en su casa de Valliniello con un pastor alemán como compañero de andanzas.

Sin familia de acogida ni la posibilidad de sacar una licencia, optó por dejar las cosas como estaban. Y como estaban mal, llegaron nuevas multas. Fue dos años después, en 2015, cuando la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales tramitó otras dos sanciones por importe de 1.082 euros y una tercera de 5.409. En todas estas ya se le informaba de que se le podría requisar al perro.

La advertencia se confirmó esta semana. Recibió una llamada telefónica de la Policía Local avisando de que pasarían al día siguiente a por el perro y el miércoles se presentaron con personal de una clínica veterinaria de Llanera. A D. D. G. le urge ahora resolver este asunto porque sabe que la acogida de 'Crom' es temporal «y me han dicho que después lo sacrificarán».

Como él no puede sacar la licencia para este tipo de perro tiene pensado hacerlo a nombre de algún familiar o amigo. «Por lo visto, es la única fórmula», subraya. «Es un macho castrado, fuerte y sano, que se ha criado entre niños desde que nació. Nunca se ha peleado, no tiene ni instinto de pelea, siempre ha interactuado muy bien. Lo único a lo que tiene manía es a los gatos», se sonríe su dueño.

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