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Las educadoras celebraron ayer una asamblea en la Casa de Cultura.
Las educadoras infantiles plantean dos días de paro semanales como protesta

Las educadoras infantiles plantean dos días de paro semanales como protesta

Lo sindicatos municipales califican de «absurdo» que se paralicen las negociaciones a causa de la huelga anunciada por las docentes

J. F. GALÁN

Martes, 28 de marzo 2017, 08:49

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Las educadoras de las tres escuelas infantiles de primer grado de Avilés mantienen la convocatoria de huelga y el gobierno local su postura de congelar la negociación con los sindicatos municipales hasta que no se desconvoque. Lo anunció el viernes y, al igual que hizo entonces, no se personó a la reunión programada para ayer lunes.

Los sindicatos sí. «Vincular una cosa con la otra resulta absurdo, un despropósito. Que un colectivo decida ejercer su derecho de emprender acciones sindicales no puede utilizarse como excusa para romper un proceso negociador. Este desplante es una muestra más de que las buenas palabras del gobierno solo tratan de enmascarar su verdadera intención, imponer su criterio», manifestó ayer el presidente de la junta de personal, Jesús Villa.

A la espera de que se cierre el calendario, la educadoras celebrarán dos jornadas de paro completo a partir de la próxima semana y a lo largo de todo el mes de abril. También tienen previsto concentrarse esos mismos días ante el Ayuntamiento sin descartar otras medidas, como una campaña de firmas, según se expuso en la reunión que celebraron ayer en la Casa de la Cultura con el fin de establecer el programa de movilizaciones. En todo caso, las fechas concretas de lo paros están pendientes de definir.

«Primero queremos comunicárselo a las familias», dijo al respecto una portavoz del colectivo, veintiocho trabajadoras que prestan servicio en tres escuelas, en El Quirinal, Llaranes y La Magdalena. Califican su situación laboral de «precaria» y la principal reivindicación es entrar a formar parte de la relación de puestos de trabajo del Ayuntamiento, la administración que las contrata. Aunque pertenecen a la plantilla municipal no figuran en dicha relación, sino en un anexo, y su inclusión «nos permitiría disfrutar de los derechos que nos corresponden y que no nos reconocen».

El grueso de la plantilla, todas salvo las sustitutas, tiene contrato laboral indefinido en base a una sentencia judicial firme. Algún llevan catorce años, cuando la primera escuela infantil de Avilés inició su actividad. «Las bases del concurso oposición para formar las bolsas de trabajo definen nuestra categoría como técnico superior, por lo que tendríamos que ser grupo B y no C», con la consiguiente merma en materia salarial.

También piden estabilidad. La Consejería vincula la dimensión de la plantilla al número de matriculaciones por curso y aunque los intentos de ajuste que intentó el verano pasado no se llevaron a cabo después de que las trabajadoras se movilizasen, «nos mantuvieron en vilo. Somos las mismas que hace dos años pese a que desde entonces se han creado dos unidades más», afirman.

Su inclusión en la referida relación de puestos de trabajo es una de las quince peticiones que solicitan los representantes de los trabajadores municipales y, junto a la convocatoria de empleo público, una de las dos que según USIPA el gobierno local aceptaría dejar en el aire, a la espera de posibles acuerdos en la materia entre administraciones de mayor tango. Rechaza de plano otras tras dos, volver a municipalizar servicios externalizados e instalar la carrera profesional», y el resto serían debatidas en el proceso negociador abierto después de que, tal y como exigía el gobierno municipal ,los sindicatos aceptasen abandonar el encierro que mantuvieron en el salón de plenos. Entre ellas figuran abonar noches y festivos trabajados, revisar la plantilla municipal y los puestos de trabajo, implantar la jornada de verano, reducir la jornada semanal a 35 horas o estudiar procesos de promoción interna.

Con buen pie

Las negociaciones comenzaron con buen pie. «Fue un espejismo», dijo el pasado viernes, tras suspenderse la reunión prevista, el presidente de la junta de personal, que acusa al gobierno local de actuar con mala fe. «Nos dicen las conversaciones han quedado aplazadas, pero no hasta cuando. Si tuvieran voluntad propondrían un nuevo calendario, pero no lo han hecho».

El principal punto de divergencia entre ambas partes es la convocatoria de oferta pública que podría abrir el Ayuntamiento para cubrir hasta 166 puestos de trabajo que a día de hoy desempeñan otros tantos empleados municipales sin tener la plaza asegurada. El gobierno, que admite que el índice de temporalidad en la plantilla municipal es elevado, asegura que la ley obliga a cubrir las plazas, o al menos parte de ellas, mediante oposición, mientras que los sindicatos defienden que hay otras vías. Reclaman la del concurso oposición, que valoraría aspectos como la antigüedad o el rendimiento laboral de esos 166 empleados, siempre y cuando superen anteriormente la fase de oposición.

Villa anunciaba ayer que los sindicatos celebrarán próximamente una reunión en la que analizarán «la nueva situación generada de forma unilateral por el gobierno» y no descarta nuevas movilizaciones. «Le hemos dado un voto de confianza y no han cumplido», concluyó el portavoz de la junta de personal.

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