Excelencia en compostaje

Pequeños gestos aislados pueden acabar constituyendo un gran cambio global. Bien son conscientes algunas localidades españolas, que gracias a las diversas iniciativas de residuo cero impulsadas desde las instituciones y, especialmente, gracias al buen hacer ciudadano, han logrado mejorar la sostenibilidad de su modelo de gestión de residuos. Algunos de estos ejemplos fueron expuestos ayer por numerosos expertos y responsables de proyectos invitados al encuentro nacional de mejores experiencias en materia de gestión de residuos organizado por Equo Asturias y Ganemos Avilés en la Casa de Cultura.

A lo largo de las múltiples conferencias que se sucedieron mañana y tarde -con un breve receso para probar el buffet vegetariano preparado-, se fueron exponiendo motivos de cambio y soluciones de mejora que perfectamente se podrían aplicar a un nuevo modelo de gestión respetuoso con el medio ambiente. Tras una breve presentación a cargo de Olga Álvarez, coportavoz de Equo, y Agustín Sánchez, concejal de Ganemos, la actividad se dividió en cuatro bloques centrados en examinar tanto la situación actual y su devenir futuro como experiencias concretas.

Los casos más representativos no se encuentran a miles de kilómetros ni en países extranjeros; varias poblaciones de País Vasco, Galicia o Madrid, comunidades que contaron ayer con representación en el encuentro avilesino, ya llevan a cabo destacadas actuaciones en esta materia e incluso han servido de ejemplo a nivel internacional, como es el caso de Boalo-Cerceda-Mataelpino, municipio madrileño que forma parte de la red Zero Waste Europa.

Hace apenas un año, en 2016, decidieron remunicipalizar el servicio de gestión de residuos urbanos a fin de introducir importantes novedades que supusiesen un cambio de 180 grados respecto al modelo de entonces. De todas, quizá la más llamativa y distintiva es que ahora cuentan con compostadoras incluso en sus colegios públicos. Además, el compost que allí se origina, se destina a alimentar a las gallinas y obtener abono para su huerto.

Un caso incluso más cercano es el de la Diputación de Pontevendra, cuyo modelo de gestión sostenible -denominado Plan Revitaliza- ha repercutido a todos los niveles, desde en la evidente mejora de la calidad de su aire hasta en la introducción de una red de compostaje comunitario que actualmente supera las cincuenta unidades repartidas por toda la provincia que reciben residuos de cerca de 350 domicilios. El principal objetivo de todas estas iniciativas es demostrar que «el compostaje es una alternativa sencilla y aplicable en los ayuntamientos».

Pero, sin duda, una mención aparte merece el caso de Guipúzcoa, provincia que cuenta con una amplia red de localidades que impulsan sus propios planes y propuestas. En el caso de ayer, los protagonistas fueron los municipios de Legazpi y Usurbil. Este último ha optado mayoritariamente por la opción de la recogida puerta a puerta, implantada ya en 2009 y que hasta ahora ha dado unos resultados magníficos: además de la notable reducción de los residuos generados, aumentó la recogida separada del papel y los envases, y se introdujo la de la materia orgánica. En Legazpi, aunque también existe este sistema, lo más extendido es el modelo mixto, que une este puerta a puerta con los contenedores, incluyendo aquí el conocido como 'quinto contenedor' (el marrón de materia orgánica).

La exposición de todas estas experiencias se materializó en un manifiesto final en el que los presentes reclamaron la adopción de estas medidas o unas similares en el resto de territorios, incluyendo Avilés, para contribuir a la mejora medioambiental tan necesaria.