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El Pabellón de La Magdalena registró ayer una gran afluencia de visitantes a lo largo de todo el día.
La Feria del queso y el vino cierra sus puertas con una afluencia masiva

La Feria del queso y el vino cierra sus puertas con una afluencia masiva

Los asistentes pudieron disfrutar de más de 100 variedades de quesos, así como vinos de diferentes puntos de España

M. PICHEL

Lunes, 22 de mayo 2017, 01:39

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Lejos de convertirse en competencia, el buen tiempo ha sido un acicate en estos días para que los avilesinos, y los visitantes de diferentes puntos de la comunidad, se acercaran al Pabellón de La Magdalena a disfrutar de los productos de calidad que ha ofrecido durante todo el fin de semana la XXXVI Feria del Queso y el Vino y la XXXVII de la cerámica. Ayer, en la jornada de clausura, la afluencia al recinto fue masiva, ya al mediodía, desde la hora del vermú. Porque como dice Isaura Souza Ordiales, presidenta de la Asociación de queseros artesanos del Principado, «como esta feria, no hay otra en Asturias».

Probar diferentes quesos, hacer una ronda por todos los puestos (estrenados este año en madera), y después decidir cuál, o cuáles llevarse para casa, mientras se disfruta de un buen vino, de una charla con los amigos, de un paseo con la familia, se ha convertido en un ritual para los avilesinos y los asturianos en el mes de mayo. Pero la feria es asimismo un punto de encuentro de productores de queso, de distribuidores de vino, y de ambos con los futuros clientes. «El potencial que hay aquí es excepcional, puedes hablar directamente con el elaborador, encontrar más de 100 variedades de queso distintas, no solo asturianas, sino de toda España», resalta Isaura. Una de sus reivindicaciones como asociación es conseguir acercar aún más a los canales de distribución, a los compradores últimos (tiendas especializadas, restauradores) a un evento del calibre del de La Magdalena. «Para nosotros es muy importante acudir a ferias -puntualiza-, porque somos empresas pequeñas, y acceder a la publicidad es caro».

Así, aprovecharon estos días para reunirse en Avilés los productores de todo el país, agrupados en la Asociación de queseros del estado español, y poner en común sus puntos de vista. De paso, eligieron a su nueva junta directiva, presidida por Francisco Nasarre, de La Rioja; con Pedro Lavandón, de Cantabria, como secretario; Cristina Romano, de Galicia, como tesorera, y el asturiano Gustavo Forcelledo, como vocal. Juntos, explica Isaura, trabajan en preparar actividades, proponer nuevos caminos y, unidos, conseguir más fuerza para ser escuchados. «Luchamos contra el intrusismo, tenemos que competir con las grandes industrias, conseguir los mejores canales de distribución...», enumera Isaura, que pide una mayor comprensión a la Administración: «Se nos pide lo mismo que a los grandes, y deberían ser más flexibles».

Marca asturiana

En Asturias, las queserías han dado un paso más, y han creado una marca que asociar a sus productos, 'Queseros artesanos'. Buena parte ya se han asociado. Los quesos de Isaura, de la variedad Ovín, ya la recogen en su etiquetado. Pero la comunidad es la mayor mancha quesera de España, y los aficionados tienen mucho donde escoger. En un lugar como la feria de Avilés, se pueden encontrar de golpe.

Por ejemplo, el cabrales Carreña, de Manuel Alonso. Su queso mezcla leche de vaca y de su propio ganado caprino, unas 70 cabezas. «Nuestra producción es pequeña, unos 1.000 litros a la semana», comenta Manuel. Explica que la mezcla de cabra «aporta fuerza y picor».

El queso de Vidiago es otra de esas variedades propias de la comunidad. Manuel Collera ofrece en su quesería tanto de vaca, de cabra y de oveja. «También hacemos una variedad con pimentón y otra con aceite», enumera. Sus quesos llegan a encontrarse hasta en Nueva York. «Un vecino estuvo allí, y me mandó una foto», relata sobre la internacionalización de una quesería familiar, que comenzó su padre allá por el año 1940.

Únicamente con leche de vaca cruda, es el queso Casín de La Corte, una quesería creada por Francisco Cueria hace tres años. Una variedad que «necesita unos 12 litros de leche para obtener un kilo de queso», indica Francisco, que este año ha tenido su segunda estancia en la feria de La Magdalena. Su producción es de unos 1.000 quesos al mes.

Vino para todos los gustos

Y si en queso en la feria los asturianos son mayoría, en el vino, los de Cangas se hicieron un hueco con los del resto del país. Aquí, las grandes denominaciones de origen, Ribera del Duero y Rioja, para los tintos, y Rueda o Rías Baixas para los blancos, se llevaron la palma entre las preferencias de los consumidores. Los caldos nacionales supusieron una vez más el contrapunto ideal a la degustación del queso. Un matrimonio bien avenido que ya espera por la próxima edición, que será la de la internacionalización de la feria.

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