Borrar
Fidel Álvarez, en una imagen de archivo en el muelle pesquero.
Fidel Álvarez dimite como patrón mayor de la Cofradía de Pescadores Virgen de las Mareas

Fidel Álvarez dimite como patrón mayor de la Cofradía de Pescadores Virgen de las Mareas

Comunicó su decisión por escrito de forma interna al cabildo el 20 de abril y asegura que es «irrevocable», aunque no explica los motivos

J. F. GALÁN

Martes, 6 de junio 2017, 09:06

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Fidel Álvarez Garot ya no es el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores Virgen de Las Mareas, según ha podido confirmar LA VOZ DE AVILÉS. Presentó su dimisión al cabildo por escrito el pasado 20 de abril «de forma irrevocable» sin que hasta la fecha la entidad haya hecho pública tal decisión y sin que se conozcan las medidas adoptadas para cubrir el vacío abierto en el cabildo, su órgano gestor. La renuncia se produce en un momento especialmente delicado para la cofradía, tanto a nivel económico como social e institucional, y sale a la luz tres días después de que los dos patrones de los buques vascos que subastaron el viernes en Avilés el primer bonito de la temporada asegurasen que Álvarez Garot les había ofrecido ir a venderlo «a Burela» (Lugo).

Amador del 'Esmeralda Tercero' y del 'Berriz Amatxo', Fidel Álvarez Garot participó en los últimos años en la carrera por el primer bonito del año. El año pasado abrió la temporada junto al 'María Digna Dos', alcanzando la primera tina, presentada en común, el precio récord de 200,8 euros el kilo.

Este año no participó en ella. El primer bonito cayó a 134 euros el kilo y los armadores de los dos barcos que lo desembarcaron, Juan Carlos García, del referido 'María Digna Dos', e Íñigo Oronoz, del 'Gaztelugatxeko', afirmaron que les había ofrecido ir a venderlo a Burela y también de haber llegado a un acuerdo con la cadena de supermercado que en los díez años anteriores había comprado el primer bonito y que este año no llegó a pujar.

Sus dos barcos partieron a finales de la semana pasada rumbo al Atlántico, al bonito, que a estas alturas del año se encuentra en el entorno de las islas Azores (Portugal). En su carta de dimisión como patrón mayor de la Cofradía de Pescadores Virgen de Las Mareas no expuso los motivos de su decisión.

Esta dimisión llega en un momento de gran debilidad de la Cofradía de Pescadores, enfrentada a la Autoridad Portuaria de Avilés y con una pérdida continua de activos que ha mermado sus cuentas económicas.

La entidad sostiene que la pérdida, en 2009, de la gestión en solitario de la subasta de pescado en la lonja y de la vieja fábrica de hielo y más recientemente de las concesiones de suministro de gasoil en el muelle pesquero y del bar de la vieja rula se ha traducido en una notable pérdida de ingresos que pone en peligro su viabilidad. Para paliar esta situación ha recurrido a su único activo, las viviendas del barrio de pescadores, El Nodo, habitadas en régimen de alquiler por sus socios, a los que ha puesto en una disyuntiva. O acceden a una subida de la renta o les rescinde el contrato, opciones que han sido frontalmente rechazadas por los inquilinos.

En el plano institucional la cofradía y Nueva Rula de Avilés están inmersos en un agrio conflicto que lejos de encauzarse ha llegado al plano judicial. Es la fuente de la discordia, la raíz del conflicto. La cofradía solicitó en 2015 recuperar la gestión en solitario de la lonja, en manos desde 2009 de Nueva Rula de Avilés, al entender que la actual es «negligente y contraria» a los intereses de la sociedad, en la que participa en un 33%, el mismo porcentaje al que poseen el Principado y la Autoridad Portuaria. El 1% restante pertenece a la Cámara de Comercio.

La cofradía planteaba comprarles la totalidad de los títulos a un precio a convenir. El consejo de administración rechazó tal posibilidad y también la pretensión de la cofradía de abrir un proceso para depurar posibles responsabilidades de sus miembros por la gestión de la inspección que realizó la Agencia Tributaria en la lonja, saldada con una conformidad que obligó a Nueva Rula de Avilés a desembolsar más de un millón de euros.

No fue el único fruto de aquella inspección. El fisco también puso la lupa sobre armadores y comercializadores que operan en la rula y acabó imponiendo una serie de multas por compras y ventas realizadas 'en B', sin declarar, a un número indeterminado de ellos.

Conflicto judicial

La negativa de Nueva Rula de Avilés y del resto de los socios a vender sus participaciones en la sociedad y a abrir el proceso para depurar responsabilidades en el seno de la sociedad desató el temporal. La cofradía mantuvo su decisión de no acudir a las reuniones del consejo de administración e interpuso una demanda de acción social de responsabilidad contra al menos trece integrantes del consejo de administración de Nueva Rula de Avilés en distintas etapas, pendiente aún de resolver.

También se querelló contra el presidente del a Autoridad Portuaria y de Nueva Rula de Avilés, Santiago Rodríguez Vega, y contra el director General de Pesca, Alberto Vizcaíno, reclamándoles 12.000 euros a cada uno por un supuesto delito de vulneración del derecho del honor en el que habrían incurrido por una serie de manifestaciones recogidas en prensa cuyo fin sería «difamar y desprestigiar» a los demandantes.

Fue desestimada con imposición de costas al resolver el juez que la cofradía, como corporación de Derecho Público, «no es titular del derecho al honor». La misma suerte corrió otra demanda por los mismos hechos presentada por el armador José Ignacio Santiago, miembro de la cofradía. En este caso, el juez encuadró las declaraciones realizadas por Vega en la libertad de expresión y el derecho a la opinión o crítica.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios