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Luis Brun Espiña, durante las elecciones de 2012.
Luis Brun Espiña, nuevo patrón mayor de la Cofradía de Pescadores

Luis Brun Espiña, nuevo patrón mayor de la Cofradía de Pescadores

Vicepresidente primero y tripulante del 'San Mateo', accede al cargo tras la dimisión de Álvarez Garot desvelada ayer por LA VOZ

J. F. GALÁN

Miércoles, 7 de junio 2017, 08:25

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Luis Brun Espiña sucede al dimisionario Fidel Álvarez Garot como patrón mayor de la Cofradía de Pescadores Virgen de Las Mareas. «Es lo único que puedo decir, no me corresponde a mí hacer declaraciones», confirmó ayer el vicepresidente segundo, el armador José Ignacio Santiago, a este periódico, que en reiteradas ocasiones intentó ponerse en contacto, sin éxito, tanto con Brun Espiña como con Alejandro Álvarez, secretario de la entidad. El primero forma parte de la tripulación del cerquero 'San Mateo', que ayer faenaba al bocarte a la altura de Bermeo, y su teléfono daba señal de apagado, mientras que Álvarez, el habitual portavoz, no atendió ninguna de las numerosas llamadas.

Brun Espiña es el vicepresidente primero en representación de los trabajadores y como tal, según recogen los estatutos, le corresponde asumir la presidencia del cabildo en caso de dimisión del patrón mayor. Tal y como adelantó LA VOZ DE AVILÉS en su edición de ayer martes, la presentó el 20 de abril con carácter irrevocable y sin exponer argumentos, si bien ni él ni la cofradía hicieron pública tal decisión. En este sentido, fuentes internas de la entidad apuntan que el cabildo no ha celebrado la reunión en la que ha de dar su visto bueno a la dimisión de Álvarez Garot, por lo que aún no sería efectiva.

No es la primera vez que Brun se sitúa al frente de la Cofradía. Llegó al cargo en diciembre de 2013 por la misma vía, como vicepresidente primero tras la dimisión del patrón mayor, entonces Jesús Galindo, que había resultado elegido en febrero de ese mismo año después de otra dimisión, la de Santiago Folgar.

Fue un mandato efímero. Unos días después delegaba el cargo en Álvarez Garot. El cabildo abrió entonces un proceso ele toral que culminaría con su proclamación como presidente electo sin necesidad de llegar a las urnas, dado que fue el único candidato.

Intereses ocultos

Su dimisión «pone de manifiesto que la cofradía ya no sirve para los fines para los que fue constituida, representar los intereses de armadores, trabajadores y asociados. Los únicos que defiende son los de alguien que permanece oculto y que solo mira por su propio bien, por el particular, no por el del sector. Ese es el que manda, y lo hace desde la sombra. Siempre se manifiesta por la boca del secretario», declaró ayer Santiago Rodríguez Vega, presidente de la Autoridad Portuaria y del consejo de Administración de Nueva Rula Avilés. Es la entidad que gestiona la venta de pescado, y el desencuentro con la cofradía, titular de la tercera parte de las participaciones, es absoluto.

Rodríguez Vega se refirió ayer a este asunto. «Los enfrentamientos con la Autoridad Portuaria y con el resto de los componentes de la sociedad se deben únicamente a que alguien utiliza la cofradía para defender sus intereses. Su deterioro, su pérdida de identidad, su falta de claridad, es absoluta. No es capaz de articular ninguna línea de diálogo, y no digamos ya de acuerdo, con nadie, ni con la parte social ni con el sector pesquero».

La cofradía, continuó, «está agotada. No se sabe quién integra su órgano de dirección, ni cuándo se reúne ni nada, todo está sumido en el ostracismo. También se desconoce si Álvarez Garot ha rendido cuentas de su gestión ante alguien, ni siquiera si se ha comunicado su dimisión a los socios, que es por quienes la cofradía tiene que velar. Pero hace justo lo contrario».

El presidente del puerto se refería, sin mencionarlo expresamente, a los treinta inquilinos del barrio de pescadores, el Nodo, a los que en febrero la cofradía comunicaba su decisión unilateral de rescindirles el contrato, abriendo la puerta a que con posterioridad firmasen uno nuevo que recogería un notable incremento de la renta.

Los treinta, en su mayoría pescadores jubilados o viudas, aunque también alguno en activo, se negaron en redondo y junto con otros dieciocho depositaron en un abogado la defensa de los intereses del colectivo, Manuel Barba.

Ayer Barba no se pronunció sobre la dimisión de Álvarez Garot. «No tengo nada que decir. Las cartas vienen firmadas por el secretario, que por lo que parece ahora ofrece diálogo. Nosotros podríamos entrar a negociar una posible revisión de rentas, pero en ningún caso del contrato. Eso no se puede tocar», manifestó ayer.

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