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Luis Ángel Llera, ante la catedral de Siena, punto de partida de su aventura. LVA
De Asís a Santiago por una promesa

De Asís a Santiago por una promesa

El avilesino Luis Ángel Llera pedalea desde la ciudad natal de San Francisco hasta la plaza del Obradoiro en honor a su difunto padre

J. L. ZÚÑIGA

LOGROÑO.

Jueves, 21 de junio 2018, 02:41

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Luis Ángel Llera se tomaba ayer un café en el logroñés barrio de Yagüe. Su bici, con alforjas, y su vintage maillot de Kas lo delataban. Parecía un peregrino, uno más de los muchos que en este época del año pedalea por el camino de Santiago. Sin embargo no era exactamente así. Este avilesino de 58 años no había salido de Roncesvalles ni tampoco estaba haciendo el Camino al revés -opción que poco a poco va ganando adeptos- aunque sí se dirige a Santiago de Compostela. Su aventura se había iniciado mucho más lejos, en Asís, el lugar de nacimiento de San Francisco de Asís. ¿Desde Italia? Sí, y aquí se pueden cambiar los símbolos de interrogación por los de admiración.

La misma admiración que por cada uno de los 1.600 kilómetros que ya lleva acumulados después de doce días de insistente pedaleo a lomos de su vieja Zeus, una reliquia de otro tiempo con unos desarrollos exigentes de 52-42 dientes, óptimos para el rodaje en terreno llano pero duros para la escalada, si bien atrás ha colocado un balsámico 34 que dulcifica un poco las subidas, tampoco mucho.

«Todo empezó por una promesa». Este trabajador de Asturiana de Zinc, guardameta en los años setenta del equipo de Segunda División de balonmano de la Atlética Avilesina, que llegó a jugar fase de ascenso y aficionado «por cuenta propia» a la bicicleta, le hizo esa promesa a su padre. De eso hace ya unos años. Entonces «se enfrentó a una delicada operación, y le dije que haría el camino en bici desde Asís porque profesaba devoción por San Francisco. El hombre salió de la operación, pero solo aguantó tres meses, y ahora me he decidido a cumplir lo que un día le prometí», comenta este ciclista. Ya le queda poco. Según su libro de ruta, en cinco días cubrirá lo que le queda hasta llegar a la plaza del Obradoiro.

«Ahora el calor aprieta mucho y lo acuso, sin olvidar que la fatiga ya se acumula»

«Ahora el calor aprieta mucho y lo acuso, sin olvidar que la fatiga se acumula», relata. «Lo he pasado muy bien y muy mal. Entre Italia y Francia me emocioné con un grupo de cicloturistas que me acompañaron durante unos quince kilómetros al escuchar mi historia y a modo de homenaje. Fue muy bonito. ¿Y lo más duro? Pues eres tú mismo. Es tu cabeza. Vas pasando tantas dificultades que te entran ganas de abandonar, dejarlo todo. A veces tu mente es tu peor enemigo», agrega.

Luis Ángel explica igualmente que antes de emprender el camino completó un periodo de entrenamiento específico para afrontar su aventura en la mejor forma posible. «De vacío no vienes. Te preparas, pero claro, el día a día es tu reto y te tienes que sobreponer porque al final la cabeza es la que manda», dice sin dudar, a pesar de una caída.

«Fue una caída tonta y encima en un carril bici cerca de Marsella, en un tramo fantástico de más de un centenar de kilómetros de carril en los que vas protegido del tráfico, pero mira por donde, me desequilibró un golpe con una de las alforjas», cita este aventurero que ya tiene ganas de acabar y que cuenta todas sus vicisitudes a diario a su familia.

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