Una empresa homologada medirá las emisiones de la obra del colegio El Quirinal
El Ayuntamiento asegura que se estaba cumpliendo la normativa de seguridad y reacciona con este anuncio a las críticas de los padres
Una empresa homologada medirá las emisiones contaminantes en el entorno del colegio público El Quirinal. El Ayuntamiento anunció ayer una medida que trata de responder a la inquietud de los padres de los alumnos de infantil, que el lunes denunciaron la existencia de material tóxico en las obras de la cubierta del patio de este ciclo, llevadas a cabo en horario escolar.
Las obras de sustitución de la techumbre del patio infantil del Colegio Público El Quirinal se encuentran en su fase final y, según las previsiones de la empresa adjudicataria, concluirán la semana que viene. Los trabajos de lijado de la estructura pendientes se realizan ahora una vez concluida la actividad escolar y tras cada jornada «se limpiará exhaustivamente y se baldeará la superficie», tal como se acordó el lunes en la reunión mantenida en el centro.
Según el Ayuntamiento, la estructura que soporta la cubierta del patio está siendo tratada manualmente sin chorro de arena, y el óxido se desprende mediante rascado y cepillado manual, sin empleo de ninguna herramienta mecánica para evitar su dispersión. Estos trabajos se venían realizando en un espacio vallado al que no tiene acceso personal ajeno a la obra «y mucho menos el alumnado del colegio». «Los restos del tratamiento se recogen y se retiran de la obra sin que en ningún momento puedan entrar en contacto con los escolares», rezaba textualmente el comunicado municipal en respuesta directa a las acusaciones de los padres.
La empresa se ha comprometido a limpiar y baldear tras cada jornada
De hecho, el coordinador de Seguridad y Salud de la obra, técnico independiente y ajeno al Ayuntamiento, «no ha estimado necesario dotar a los trabajadores de protecciones especiales, al considerar que ni siquiera existen riesgos para el personal que directamente realiza las tareas descritas», afirmaron.
La toxicidad de los elementos de la cubierta fue el tema central de la reunión mantenida el lunes en el centro entre la dirección, personal del Ayuntamiento, de la empresa adjudicataria y los padres. Estos alertaron del «polvillo tóxico» que se estaba levantando durante las obras en horario escolar en contacto permanente con sus hijos, tanto en las horas de patio como en clase porque, según señalaron, «las aulas son muy calurosas y las ventanas están permanentemente abiertas».
Los progenitores advirtieron del plomo de la pintura de la cubierta, con más de treinta años, y aportaron documentación oficial del Ministerio de Trabajo sobre los peligros de estar en contacto con este tipo de elementos.
La ausencia de cubierta ha obligado a modificar de forma provisional algunas normas del colegio, como el lugar de formar filas de los pequeños o el patio del recreo.
Su sustitución fue una demanda de las familias que la concejalía de Educación incluyó entre las obras de mejora de los equipamientos educativos de la ciudad de este verano. Tiene un presupuesto de 25.754 euros. La previsión era que estuviera finalizada antes del inicio del curso escolar, pero se ha retrasado un par de semanas ante las dificultades a la hora de encontrar una empresa especializada para el tratamiento de la estructura.
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