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Kiti Mánver, en una de sus visitas al Palacio Valdés. MARIETA
«Hacer de hombre me dio vértigo, le dije al director que estaba majara»

«Hacer de hombre me dio vértigo, le dije al director que estaba majara»

Kiti Mánver interpreta a Juan en 'Las heridas del viento', el film que se proyecta en la clausura del Festival LGTBIQ

C. DEL RÍO

AVILÉS.

Sábado, 21 de abril 2018, 01:43

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Habla Juan Carlos Rubio, autor y director de 'Las heridas del viento', de la «andrógina feminidad» de Kiti Mánver. Dos palabras que definen a la perfección la transformación de la actriz en una obra que ha saltado de las tablas del teatro a la pantalla de cine. Setenta y cinco minutos en blanco y negro, con música original de «la auténtica Mina», despojados de todo artificio en favor de una historia de sentimientos protagonizada por Kiti Mánver (Juan) y Daniel Muriel (David). Una «joyita» que hoy cerrará el Festival de Cine LGTBIQ, a las 19.30 horas, en el Centro Niemeyer.

-¿Quién es Juan?

-Es un hombre incluso más mayor que yo (risas), homosexual, amargado y manipulador. Dice verdades como puños y está entregado a un amor poco correspondido. Era el amante de un hombre fallecido cuyo hijo se entera por unas cartas que encuentra entre sus pertenencias. Y no quiero contar más porque desentrañaría la historia que hay debajo.

-¿Qué fue lo más difícil en este trabajo?

-Un monólogo de nueve minutos a cámara. Entras en un vértigo especial y ahí es donde se descubre el porqué. Juan es un personaje intenso, que dice que ya no llora y que contiene continuamente. En este papel hay mucho trabajo de contención que, a veces, provoca mayor emoción que el llanto.

-¿Qué la diferencia de la obra de teatro?

-Detrás de esta película hay un hermoso trabajo de investigación de Juan Carlos Rubio que, aunque planteó el proyecto desde la función teatral, quiso despojarla de todo lo accesorio, hasta de decorado. Yo era bebedor y Muriel fumador y lo suprimimos en una búsqueda de la esencia. Es la primera vez que entiendo la frase de menos es más.

-¿Hay argumentos diferentes o arriesgadas, como este, que encajan mejor en el teatro que en el cine?

-No lo creo. A pesar de que yo hago de homosexual, esta es una historia universal. Da igual tu identidad sexual porque tiene que ver con todos nosotros. Con todo lo que no le decimos a los seres queridos y también de cómo la mente puede montar historias preconcebidas sobre terceros a los que no comes.

-Sin embargo, parece que la obra teatral ha funcionado mejor.

-Esta es una película modesta y pequeñita que ha recibido algunos premios. Juan Carlos nunca quiso hacer algo más convencional o comercial, no le interesaba. Y creo que ha sido un acierto. Nos han comentado que esta película es para llevar a las escuelas de interpretación porque entra en el mundo de las emociones ocultas. Todos los que hemos participados en el proyecto desde el principio estamos encantados y orgullosos.

-Resulta usted muy convincente como hombre.

-Fue un vértigo horroroso. Cuando el autor-director me lo propuso le dije que estaba majara (risas). Además lo trabajamos con 'working progress', que consiste en tener público desde los primeros ensayos, cuando aún no te sabes el texto. Como eres actor, actúas, pero sientes pánico y vergüenza porque la gente nota que estás actuando y te lo dice.

-La música tiene un protagonismo especial en la película.

-La música es una maravilla, es la parte rica de la producción. La que más pasta se ha llevado porque es Mina, la auténtica, la que canta. Juan Carlos creía que tenía que ser ese el sonido del argumento.

-Usted está triunfando en la serie 'La casa de papel'. ¿Cómo está viviendo este fenómeno?

-Ayer me enteré de que se va a grabar una tercera temporada. Yo tengo un papel pequeño (la madre de la inspectora que dirige la investigación del secuestro), pero me salen entrevistas por Skype desde Los Ángeles. Cuando el público conecta con un producto es impresionante. Pero es que hay un talentazo en este país... A mi edad estar en un proyecto así es maravilloso.

-¿Cuántos años tiene?

-Estoy a punto de cumplir los 65, la edad de la jubilación. El año que viene cumpliré cincuenta años en la profesión y trabajando más porque empezó a los catorce en un laboratorio de farmacia.

-Y no para.

-¡No hay más remedio! En serio, me considero muy afortunada. Estamos terminando la tercera temporada de 'Las chicas del cable', en breve empiezo la grabación de una película dirigida por Marina Sereseski con Carmen Machi y Pepón Nieto y seguimos con algún bolo de 'Sensible', la obra de teatro que estrenamos en Avilés. Y enseguida empezaré a ensayar otra obra con Juan Carlos Rubio.

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