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El hospedaje avilesino, bien valorado por los peregrinos

El hospedaje avilesino, bien valorado por los peregrinos

Dispone de 56 plazas y este año ha incorporado una máquina de zumos a los servicios que ofrece

EVA FANJUL

AVILÉS.

Lunes, 11 de junio 2018, 02:25

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A partir del mediodía, los peregrinos que hacen el Camino del Norte empiezan a llegar a Avilés tras horas de caminata desde Gijón, la anterior parada. Recalan en el albergue Pedro Solís, situado en La Magdalena, 1. Allí, japoneses, europeos, estadounidenses, latinoamericanos y españoles, entre otras nacionalidades, son recibidos por los voluntarios de la hospedería, que tras tomarles los datos y sellarles la credencial, les explican el funcionamiento y distribución de las instalaciones, con un coste básico de seis euros por noche.

«Disponemos de 56 plazas, lavadora y secadora, baños con duchas, una cocina completa, todo impecable, y este año incorporamos como novedad una máquina de zumo», detalla Mayte Gonzalo, presidenta de la Asociación Astur Galaica Santiago Apóstol, que gestiona el albergue.

Sentado en un banco de la recepción, Francisco García recobra el aliento tras una intensa jornada de camino. «El año pasado ya hice el camino francés y fue una experiencia maravillosa, así que este año hago el del norte», comenta el peregrino murciano. Para Francisco, es fundamental hacerlo solo, porque «me permite reflexionar acerca de la vida, de la sociedad y es importante hacerlo de una manera humilde para respetar el espíritu del Camino», alojándose solo en albergues. «El de Avilés no lo conocía, pero vi buenos comentarios de él en internet y decidí parar aquí», comenta.

En concreto, es esa buena reputación del albergue avilesino lo que hace que cada vez sean más los que acudan a él. Es el caso de tres amigas de Cerdeña, hablan animadas sentadas en la cocina comunitaria. Es la segunda ocasión que Benede-tta Leoni, Lucía Schintu y Luisa Flori recalan en Avilés. La primera vez fue el año pasado, cuando tras finalizar una parte del camino francés hicieron noche en un hotel antes de coger un avión de vuelta a casa. «Nos encantó Avilés, vimos un poco del centro histórico y cenamos fabada y sidra», comentan entre risas las italianas.

«Este año, retomamos el camino en Villaviciosa y tras pasar por Gijón llegamos aquí para seguir mañana temprano y la verdad es que está muy bien», explican animadas.

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