Una joven avilesina, del instituto a Miss Universo

Alta (mide 1,83 metros), elegante y con una mirada que traspasa, reconoce encontrarse «muy ilusionada» con todo lo que le está sucediendo en estos días. «Cuando me llamaron y me dijeron que me habían seleccionado, no me lo creía», reconoce. No será su primera apuesta en un certamen de belleza, puesto que, pese a su juventud, ya ha competido en Linda de España, o en The Look of the Year, que la llevó hasta Italia.

Mientras tanto, sigue cumpliendo sus sueños, desde que comenzó con 15 años, dando sus primeros pasos como modelo en desfiles en Gijón y en Oviedo, y ahora, enrolada en la agencia Rassim's. «Todos me animaban a que probase, por mi altura», desvela. Entonces jugaba a voleibol, primero en Piedras, y después con La Curtidora, y antes, mucho más pequeña, había probado con el baloncesto y la natación. «Tampoco me creía que iba a acabar trabajando en esto, pero vas enlazando una cosa con otras...», explica. Mientras avanzaba en el mundo de la moda, completaba el Bachiller Artístico en el instituto Menéndez Pidal, y sabe que seguirá estudiando «en la rama del Diseño».

Su día a día apenas deja hueco para el tiempo libre, por ejemplo, para disfrutar del coche que está preparando. «Me gusta la velocidad», admite, y este mismo fin de semana había previsto asistir a una concentración en Portugal. Es un aparte «en una rutina sana, voy al gimnasio...», sin abandonar el deporte, pues practica Muai Thai, un arte marcial de contacto. «Me gusta desde que lo probé, soy muy guerrera», admite. También ha trabajado como camarera y azafata de eventos.

«Lo que ha conseguido ha sido gracias a su esfuerzo, nadie le ha regalado nada», resalta su madre Pilar Alarcos, de quien ha cogido el apellido para este mundillo, y que también en su juventud participó en certámenes de belleza como Miss Asturias. «Este es un mundo muy complicado», le advierte Pilar, que apoya en su hija en las decisiones que ha ido tomando, y destaca su carácter luchador: «Todo ha sido por su tesón, y la admiro por eso».

Ha de estar en Málaga el 15 de septiembre, y debe preparar el certamen casi a contrarreloj. «Tenemos que buscar los vestidos para los diez días que estaremos allí, contactar con los diseñadores, preparar las fotos, las recepciones, los desfiles. Y también hay que cuidarse más», dice mientras que explica que uno de los trajes tiene que representar a Asturias. Por su experiencia, asegura que entre todas las participantes «hay buen rollo, siempre te llevas amigos». Y sabe que se trata de una oportunidad única: «Estoy muy contenta de vivirla, conocer a mucha gente, profesores, modelos que pueden aconsejarme. Quién me iba a decir cuando empecé que iba llegar a esto». De momento, no hay nervios. «Ahora lo llevo todo con tranquilidad, ya llegará después el estrés», avisa.