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Álvaro Fernández Galiana, el viernes en el IES Número 5. MARIETA
«Las ondas gravitacionales ayudan a conocer cómo se formó el Universo»

«Las ondas gravitacionales ayudan a conocer cómo se formó el Universo»

Álvaro Fernández Galiana, ingeniero en el MIT de Boston: «Cuando nos comunicaron el premio, me preguntaron qué era y les expliqué su importancia en España y el honor que suponía»

FERNANDO DEL BUSTO

AVILÉS.

Domingo, 22 de octubre 2017, 02:35

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El pasado viernes, 20 de octubre, 61 alumnos del segundo curso del Bachillerato de Ciencias del Instituto de Educación Secundaria Número 5 de Avilés tuvieron un encuentro muy especial en las aulas. El ingeniero Álvaro Fernández Galiana (Barcelona, 1991), con antepasados avilesinos, les explicó todos los entresijos de las ondas gravitacionales y el trabajo que desarrolla el Observatorio de Ondas Gravitacionales con Interferómetro Láser (LIGO, por sus siglas en inglés). Una realidad que conoce perfectamente puesto que es uno de los ingenieros del equipo del Instituto Tecnológico de Massachusetts, (MIT, por sus siglas en inglés) en Boston, Estados Unidos, que el pasado viernes recibía el premio Princesa de Asturias de Investigación.

-Usted se formó como ingeniero en la Universidad Politécnica de Barcelona. ¿Da mucho vértigo una invitación para un equipo de físicos?

-La verdad es que sí. En la primera reunión que tuve con todo el equipo pensé que no era mi sitio. Primero porque no entendía el inglés y no sabía mucho de agujeros negros, de estrellas de neutrones. Pensé que se equivocaban al cogerme.

-¿Y qué sucedió?

-Vi que en la física experimental, que es en el laboratorio donde estoy, hay mucho trabajo cerca de la ingeniería, no existe tanta diferencia. Y poco a poco he visto que me cogieron sabiendo lo que esperan de mí.

-¿La ciencia avanza con equipos multidisciplinares en proyectos cada vez más complejos?

-Sí. En un proyecto con mil personas necesitas gente con experiencia en todos los campos: físicos experimentales, teóricos para simulaciones, ingenieros.

-Esta semana se anunciaba la primera observación de las ondas gravitacionales. Para las personas que no sabemos nada de Física, ¿qué nos aporta?

-Para el día a día, las ondas gravitacionales no tienen ninguna utilidad. Pero son una fuente para conocer el origen del Universo, para descubrir cómo su formó. Las ondas gravitacionales son como la luz, sólo que no transmiten ondas electromagnéticas como la luz. Te permiten estudiar eventos que, de otra manera, pasarían desapercibidos. Las estrellas de neutrones se pueden observar con otros elementos, pero los agujeros negros no hay forma de verlos salvo que sea con las ondas gravitacionales.

-El pasado lunes comunicaban la detección de estrellas de neutrones.

-Se pudo observar la fusión de estrellas de neutrones. Es casi más importante que lo primero que hicimos -la confirmación de la existencia de las ondas gravitacionales-. Es una capa más en cómo puedes ver el Universo y, a partir de ahí, interpretar cómo funciona. Con el descubrimientos del lunes, informamos a todos los astrónomos de que existe una fuente posible de cualquier tipo de onda. Es la astrofísica multimensaje: trabajar con todos los equipos de forma conjunta.

-Este campo de trabajo tiene que ver con la creación del Universo. ¿Cómo afecta investigar en esa línea a las personas con creencias religiosas?

-No es un tema que haya comentado mucho con mis compañeros, aunque yo soy creyente.

-¿Cómo convive la lógica de la ciencia y la de la religión?

-Mi creencia no es literal. Creo en que Dios creó al hombre, pero Adán y Eva es un relato para explicarlo, no es la explicación científica. La ciencia está ahí. Si soy sincero, no me planteo dudas existenciales. Hago mi trabajo y tengo mis creencias.

-¿Después de las ondas gravitaciones está Dios?

-No lo sé. Aunque creamos que sabemos mucho, aún no lo sabemos. Creemos que sabemos todo lo del Big-Bang, pero llega un momento en el que no está explicado.

-¿Cómo se vive internamente un descubrimiento como este?

-Yo no llevo tanto tiempo. Hay gente que lleva treinta años en el equipo y, aunque había resultados, no eran los que se esperaban. Lo que dice Rainer Weiss es que siempre tenían en mente hacer el descubrimiento, pero que el camino se disfrutó tanto como con ese hallazgo. Realmente, el equipo de investigadores es genial. No creo que trabajasen pensando en el descubrimiento para ganar el Nobel o el Princesa de Asturias. Disfrutan investigando el día a día. Aunque, evidentemente, estaban muy contentos.

-Weiss, Thorne y Barish logran el premio Nobel y el Princesa de Asturias. ¿Cómo se reciben?

-El equipo lleva ganando premios el último año. El Nobel de Física lo ganaron hace unas semanas. En honor de la verdad, cuando les comunicaron el Princesa de Asturias se alegraron pero me preguntaron que era. Les explique su importancia y que era un gran honor en España. Weiss lleva todo el año viajando recogiendo premios. Es verdad que el Nobel sigue estando por encima del Princesa de Asturias aunque para mí, por mi relación con Asturias, me resulta muy emocionante.

-¿Todo ese ajetreo de viajes para recoger premios afecta al rendimiento?

-Weiss tiene 84 años y ya no es el líder activo del grupo. Todo el mundo lo respeta porque es el que originó el campo de investigación. Ahora mismo, él decide en qué proyectos está. Suele comentar que está al nivel de un estudiante de doctorado, aunque sus conocimientos son mucho mayores. A él le afectará todo este ajetreo porque no le gusta. A Weiss lo que le gusta es el trabajo en el laboratorio. Al día siguiente de ganar el Nobel fue a investigar. Supongo que le afectará a él, pero no al equipo.

-Usted se formó en España. ¿El nivel de los estudiantes españoles es equiparable al resto de equipos?

-Personalmente no he apreciado ninguna desventaja ni que me faltan conocimientos. Sí creo que aquí, en España, la educación es menos práctica que en otros países, donde tienen más experiencia en laboratorios, incluso llega a ser la mitad de la carga lectiva. Pero no he notado que tuviese menos conocimientos que otros compañeros.

-¿En qué trabaja usted?

-Estos años he diseñado el aislamiento mecánico de un nuevo instrumento que vamos a instalar. Ahora trabajaré en otro proyecto de óptica para mejorar la computación cuántica, no tanto en el trabajo del LIGO.

-¿Qué espera de los encuentros con estudiantes como el de Avilés estos días, animarlos a investigar, a salir fuera...?

-El que quiera salir fuera, que salga. Quiero decirles que paso a paso pueden llegar a donde aspiran, que no es necesario ser un genio para lograrlo.

-¿Y cómo llegó a la ingeniería?

-De pequeño quería ser inventor. Y sigo queriendo serlo. Mi padre me dijo que no había carrera de inventor, que lo más parecido era la de ingeniero.

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