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La Policía sospecha que el fugitivo está protegido en un entorno de delincuencia

A. SANTOS

AVILÉS.

Martes, 24 de abril 2018, 00:45

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La familia de Daniel Capellán sospechaba desde un principio que su asesino había tenido ayuda para abandonar Avilés. No era la única, porque la Policía Nacional trabajaba en esa línea de investigación y todas las pistas conducían hacia esa hipótesis. Huir de Llaranes hacia Trasona, con un cuchillo ensangrentado en la mano, a pie, sin documentación ni dinero no parece tarea fácil sin ser visto por nadie ni ser interceptado por el dispositivo policial de búsqueda activado nada más tener conocimiento de la agresión mortal. Mucho menos si, como también se sospecha, Eduard González vive ahora escondido en Bélgica.

¿Cómo consiguió llegar hasta la capital de Europa en esas condiciones? Los investigadores lo tiene claro. Con la ayuda de alguien desde el primer momento. De ahí que sus pesquisas les condujeran a la detención de cuatro personas a finales del pasado mes de marzo. Tres de los detenidos en Avilés tienen domicilio en Oviedo -dos hombres y una mujer-. Dos de ellos son originarios de la República Dominicana, aunque nacionalizados españoles, y un tercero es español. Además, el operativo incluye la detención de una cuarta persona, un vecino de Avilés con nacionalidad española. Fueron puestos en libertad con cargos por un presunto encubrimiento de Eduard González.

Esta operación se ejecutó con el máximo sigilo. Aunque las diligencias están bajo secreto de sumario, la Policía Nacional guarda en este caso especial celo para evitar que nadie tenga la tentación en Avilés de tomarse la justicia por su cuenta con los posibles cómplices del presunto asesino de Capellán. Los investigadores tienen claro que su objetivo prioritario es localizar y detener a Eduard González. En este sentido, aparte de lo que hayan podido aportar los detenidos en Avilés en sus declaraciones, su puesta en libertad con cargos también podría ayudar a dar con el paradero del fugado.

El segundo escenario se sitúa en Bélgica, donde tanto el juez como la Policía Nacional confían que se materialice la petición de colaboración de las autoridades, aparte de la orden de búsqueda y captura dictada ya en noviembre. La Justicia belga se mueve a un ritmo distinto, tanto que los investigadores policiales consideran que si Eduard González estuviera en España ya se le habría detenido.

En cualquier caso, aunque se está tras su pista, el historial del dominicano en Bélgica dificulta su localización. González podría moverse en un entorno de delincuencia relacionado con el tráfico de drogas que le estaría dando protección desde el inicio de su fuga.

Los investigadores confían en que, además de la colaboración de las autoridades belgas, un paso en falso del presunto asesino o la colaboración de su entorno permitan detenerlo y ponerlo a disposición de la Justicia en Avilés para cerrar el caso de la muerte violenta de Daniel Capellán.

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