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Barcos de recreo el puerto deportivo. Ofrece 238 amares de los cuales veintitrés se reservan para embarcaciones en tránsito y servicios como lavandería, duchas o acceso inalámbrico a internet. MARIETA
El turismo náutico extranjero se reivindica en el puerto deportivo con 81 barcos en julio

El turismo náutico extranjero se reivindica en el puerto deportivo con 81 barcos en julio

Solo siete de las 88 embarcaciones de recreo privadas que hicieron escala en Avilés eran de bandera española

J. F. GALÁN

AVILÉS.

Miércoles, 16 de agosto 2017, 05:52

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La ría se reivindica como puerto de entrada de visitantes. Al margen de los cruceros, el puerto deportivo ofrece a los barcos de recreo privados que realizan travesías por el Golfo de Vizcaya un punto de amarre en el centro del Cantábrico a los pies de una ciudad que en su apuesta por el turismo intenta darse a conocer a nivel internacional. La práctica totalidad de los barcos privados de recreo que atracan en el puerto deportivo son extranjeros. De los 88 que recalaron en Avilés a lo largo del mes pasado solo siete eran españoles.

La mayoría, en concreto 68, lucían bandera francesa, un país con arraigada tradición náutica. Otros siete eran británicos, y el resto de Alemania, Austria, Bélgica, Irlanda Italia y Australia, uno por país. La cifra no incluye los 57 barcos de competición de que integraban la flota de la Transgascogne, una de las regatas de navegación a vela en solitario más prestigiosas del mundo que recientemente recaló por primera vez en Avilés. «Goza de una gran repercusión internacional. Avilés ha sido durante unos días el centro de atención de la náutica deportiva. Aquí lo que funciona es el boca a boca, y todo el mundo quedó encantado. Seguro que a partir del próximo año el número de barcos que nos visitan ira a más», augura Mario Bada, presidente de la concesionaria que explota los pantalanes del puerto deportivo, el club Marina de Avilés-La Peñona.

Casi todos los barcos privados de recreo que recalan en Avilés son veleros tripulados por una pareja de mediana edad, en ocasiones con hijos o amigos, que realizan una estancia media de dos o tres noches.

«Es un turismo de calidad, con un poder adquisitivo medio-alto que tras varios días en la mar llega dispuesto a disfrutar de la oferta gastronómica y de ocio que ofrece Avilés. Además, antes de zarpar tiene que reabastecerse», puntualiza Bada, que subraya el potencial del sector. «En otros países de la Europa atlántica hay mucha afición a la náutica. En España, y más en la cornisa cantábrica, todavía estamos muy atrás, lo que significa que todavía queda mucho camino. Hay mucho por hacer».

Al margen de los ocho que se reserva para uso propio la Autoridad Portuaria, el puerto deportivo tiene 236 puntos de amarre diseñados para barcos de cuatro a veinte metros de eslora distribuidos en diecisiete pantalanes, veintitrés de los cuales se destinan a embarcaciones en tránsito. Todos cuentan con suministro de agua y electricidad, acceso inalámbrico a internet y un sistema de acceso mediante tarjeta electrónica que aumenta la seguridad. Las instalaciones también ofrecen duchas, lavandería y otros servicios ubicados en un local propiedad de la Autoridad Portuaria sito en el edificio de la vieja lonja de pescado que ha sido cedido al club en régimen de alquiler.

El resto de amarres son para embarcaciones que establecen su base en Avilés durante al menos seis meses al año. La mayoría de motor, con eslora de entre seis y ocho metros cuyos propietarios los usan principalmente para pesca de recreo, aunque también hay veleros, algunos de ellos franceses. «Cada vez son más los que establecen Avilés como base. Las tarifas son muy atractivas, y pese a las distancia les resulta más económico dejar el barco aquí que en su país. Somos el puerto más barato de Asturias, y con diferencia. En Gijón puede costar el doble», explica Bada.

A día de hoy están ocupados unos 185 puntos de amarre. Y es que la crisis también ha pasado factura a la marina de recreo. Hace unos años el puerto deportivo de Avilés tenía el cartel de completo, y la lista de espera superaba el año. Incluso se barajó la posibilidad de instalar nuevos pantalanes. Tras la caída, la impresión es que últimamente la demanda repunta. «A nivel nacional las matriculaciones han crecido un 8%. Aquí va más despacio. Se han vendido muchos barcos, pero al final todos encuentran comprador y la mayoría mantiene Avilés como base». Además de explotar los pantalanes, el Club Marina de Avilés ofrece cursos de titulación náutica y organiza actividades como regatas y el concurso de pesca de altura que se celebra este sábado.

Cruceros

Al margen de la marina de recreo, la temporada de cruceros se reanudará el 25 de septiembre con la escala del 'Boudica', de 205 metros de eslora y capacidad para 880 pasajeros y 329 tripulantes. El siguiente será el 'MS Bremen', el 7 de octubre, más pequeño, 111 metros de eslora y capacidad para 164 pasajeros, pero de mayor categoría, cuatro estrellas plus.

Dos días después, el 9 de octubre, llegará el 'Black Watch', 205 metros de eslora y hasta 804 pasajeros y 350 tripulantes, para cerrar la temporada el 6 de diciembre con la escala del 'Saga Pearl II', 165 metros de eslora y un máximo de 449 pasajeros atendidos por 252 tripulantes.

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