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Pablo Texón, Alejandro Fernández, Marta Mori, Ana Lamela, de Musa Cafeína, y Andrés Astur Treceño.
Cuando los versos toman las calles

Cuando los versos toman las calles

La primera edición del Festival de Poesía de Gijón se cierra con un recital en asturiano y un concierto

PABLO ANTÓN MARÍN ESTRADA

Domingo, 22 de marzo 2015, 00:51

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Acercar la poesía al público y a todo tipo de lectores era el objetivo del I Festival de Poesía de Gijón 'Deletréame', organizado por el colectivo Musa Cafeína y que se celebró desde el pasado jueves 19 hasta la tarde noche ayer. Más de una decena de actividades entre lecturas, talleres, mesas redondas, degustaciones gastronómicas con versos y hasta un concierto en el Triskel, el que sirvió para cerrar el festival, dejaron claro que el objetivo estaba conseguido. Anoche se despedía esta primera edición con la música y la palabra como protagonistas, a cargo de El cocodrilo emplumado, Javier Costa Rico, Ana Lamela -que con junto Laura Cuervo es el alma de Musa Cafeína-, Daniel Arana, Ffidrigo, Eduardo Lamela, Liam Eylé Perdomo y La niña caníbal. Antes, por la mañana -la jornada coincidía con el Día Mundial de la Poesía-, y mientras en las redes se extendía de la mano de Iniciativa pol Asturianu la etiqueta 'PoesíaLlingua', un concurso de micropoemas en asturiano, el Museo Casa Natal de Jovellanos acogía un encuentro de poetas con esa lengua como principal vehículo de expresión. Pablo Texón, Alejandro Fernández, Marta Mori, Andrés Astur Treceño y las dos integrantes de Musa Cafeína dieron forma al acto, titulado 'Poesía Llingua'. A lo largo de la tarde tuvieron lugar otro taller literario y las lecturas de Alejandro Céspedes y Ana Rosseti.

El festival se inauguraba el jueves con una proyección de videopoemas en la capilla del Museo Barjola seleccionados por el video-artista Eduardo Yagüe. Por la pantalla desfilaron las propuestas audiovisuales de diversos autores del ámbito anglosajón e hispanoamericano, en las que se mostraba la versatilidad de este género, que combina imagen, sonido y textos poéticos. En alguno de ellos era el propio autor -autora en el caso- quien ponía voz y rostro al videopoema, como la argentina Tálata Rodriguez, recitando los versos de 'Autopista al infierno' en un taller mecánico, trasmutada en el mono de mahón de una trabajadora. En otras, un poema ajeno, como en los presentados por el gijonés Eduardo Yagüe: uno de Julio Cortázar y otro de Raymond Carver, sirve para realizar una nueva lectura a través de la narrativa visual.

La segunda actividad de la jornada inaugural de 'Deletréame' estuvo dedicada a presentar la antología 'Los otros aullidos' de Daniel Arana, una selección bilingüe de la generación Beat americana en la que los protagonistas no son Ginsberg, Kerouak o Corso, sino los autores de esa escuela literaria que se vieron relegados en la historia por razones tan caprichosas como la de no haber logrado la proyección mediática de aquéllos o simplemente el hecho de haber sido mujeres. A éstas se refirió en su presentación el autor de la antología como «los nombres que lejos de ser los de la esposa de Fulano o la amante de Mengano, eran auténticas poetas de la misma calidad de quienes han conseguido una mayor difusión a su obra». Arana recordó al respecto unas palabras de Gregory Corso en las que lo reconocía: «Ellas estaban allí en un tiempo en el que a un hombre se le podía reconocer e incluso admirar su rebeldía: a ellas, sin embargo, las encerraban en instituciones, como los manicomios».

El festival siguió el viernes con un encuentro-recital enfocado a la poesía con enfoque de género, un nuevo taller literario y la lectura de la poeta Cecilia Quílez. A última hora de la tarde la capilla del Museo Barjola se llenó de cómplices de la palabra poética para escuchar a Chantal Maillard, una de las voces más singulares de la literatura y el pensamiento contemporáneos. La poeta presentó ante el público gijonés su último libro 'La herida en la lengua', recientemente publicado en la colección Marginales de Tusquets y en el que dialoga con las contradicciones y miserias de nuestro tiempo a través de una conciencia ética. El volumen está ilustrado con dibujos de David Escalona. La proyección de estas ilustraciones «que crecieron a la par que los textos», según afirmó la autora, sirvió para acompañar la lectura.

Maillard, nacida en Bruselas en 1951 y trasladada a España en su adolescencia, es además de poeta una filósofa especializada en el estudio de las Religiones y sistemas filosóficos de la India, país en el que ha residido largas temporadas. Fue Profesora Titular de Estética y Teoría de las Artes en la Universidad de Málaga hasta el año 2000, impulsando en su Departamento los estudios de Filosofía y Estética Comparadas. En su labor literaria recibió en 2004 el Premio Nacional de Poesía por su libro 'Matar a Platón'. Durante la lectura de su reciente obra, la poeta declaró que en este último título, había intentado «conciliar su escepticismo con un descreimiento cada vez mayor por la capacidad de compasión del ser humano».

Tras tres intensos días, y con un balance «muy positivo», ahora solo resta esperar un año para que dejar que los versos, la cadencia y la musicalidad vuelvan a tomar las calles.

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