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El Consejo Soberano de Asturias y León reunido en el antiguo instituto Jovellanos. De izquierda a derecha, Onofre García Tirador, Ramón Fernández Posada, Maximiliano Llamedo (de pie), Antonio Ortega, Valentín Calleja, Belarmino Tomás, Juan Ambou, Gonzalo López, Rafael Fernández (de pie), Maldonado y Aquilino Fernández Roces.
La placa a José Maldonado debe estar  «en un lugar civil», afirma el arzobispado

La placa a José Maldonado debe estar «en un lugar civil», afirma el arzobispado

El homenaje al histórico político republicano en el cementerio de La Espina se realizará el sábado, aunque no se colocará la lápida

A. VILLACORTA

Viernes, 10 de febrero 2017, 00:17

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Es de granito, mide apenas 60 por 40 centímetros y ha costado 210 euros que se pagarán en tercios. A saber: uno lo abonará el Ateneo Republicano de Asturias, otro el Ayuntamiento de Salas (en manos de Foro) y el tercero, el de Tineo (en poder del PSOE). Esas son las características técnicas y pecuniarias de la placa de la discordia, una lápida en recuerdo de quien fuera último presidente de la República en el exilio y «ciudadano íntegro» (según reza su inscripción), José Maldonado González, que, tras ser encargada por el Ateneo a un marmolista de La Espina (Salas), iba a ser instalada el sábado en el muro del cementerio de la localidad, donde reposan los restos del político republicano, durante un homenaje. Un tributo que pretende conmemorar «la importancia histórica de su figura como representante de quienes mantuvieron erguida la bandera de la democracia en momentos difíciles, así como lo simbólico de la fecha, que recuerda la proclamación de la Primera República, además del 32 aniversario de su fallecimiento».

Pero la idea de la lápida no gustó al Arzobispado de Oviedo, que prohibió su colocación y que ayer explicó a través de un portavoz que «el problema no está en el homenaje en sí, sino en la placa, porque se trata de un cementerio parroquial en el que hay muchas personas enterradas. Imagínate el problema que se generaría si a cada una de las familias se le ocurriese poner una lápida a sus antepasados», alegó el representante episcopal, que considera que «el cementerio no es un lugar para colocar una inscripción de carácter político».

En ese mismo sentido se pronunció el vicario general de la Diócesis, Jorge Juan Fernández Sangrador, en una misiva remitida al párroco de La Espina, Arturo García, cuando el sacerdote le solicitó el correspondiente permiso en nombre del Ateneo. Un sacerdote, por cierto, conocido como el 'cura-político' tras colgar los hábitos al anunciar que fundaba el Partido Democrático y Constitucional para optar a la Presidencia del Principado y suspendido entonces por el arzobispado de empleo y sueldo.

«El recordatorio de la vida al servicio de la sociedad de don José Maldonado González debe estar en el digno lugar que le corresponde, en un emplazamiento civil, lo que tanto el Gobierno del Principado como la Corporación municipal procurarán, sin duda, con la mayor diligencia», fue la respuesta del vicario, que colocaba la pelota en el tejado de Principado y Ayuntamiento «con una carta bizantina», a decir de Alejandro Villa, presidente del Ateneo, que vio cómo el Ejecutivo regional le contestaba que no tenía nada que ver en el asunto.

«Así que, si ninguna conspiración lo impide y los señores del arzobispado no se bajan de una burra que más que una burra es un elefante, la placa no podrá ser colocada el sábado» en el camposanto de La Espina, resume Alejandro Villa, que tiene claro que «la Iglesia siempre ha estado con el mismo bando y que la lápida no se pondrá porque Maldonado era republicano. Esto no tiene nada que ver con la memoria histórica, como alegaron para intentar involucrar al Principado, porque Maldonado no fue fusilado ni está en una cuneta».

Pero Villa argumenta aún más: «El cementerio fue financiado por el pueblo, que se lo entregó al arzobispado. Y, como todas las propiedades de la Iglesia, deberían ser propiedades públicas, porque se costearon con el pueblo a lo largo de los siglos».

El presidente del Ateneo Republicano advierte de que «el homenaje se realizará les guste o no. Ya le he dicho al párroco que espero que el cementerio esté abierto porque se ha invitado a todos los partidos sin discriminación, a los sindicatos, a los ateneos... Y la gente está respondiendo de una manera tremenda. De hecho, ya tenemos un autocar de sesenta plazas lleno y esperamos llenar otro más que se sumarán a las personas que acudan por su cuenta». Además de un representante de Asturias Laica, del catedrático Pedro García Bilbao y de la sobrina nieta del político, la profesora Conchita F. Maldonado, en el tributo al histórico republicano y «ciudadano íntegro» también estará la incómoda placa. Eso sí: «De momento, sin anclajes. De momento».

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