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Gregorio Peña, en el Pabellón de Tapices de la Quinta Selgas, donde se cuelgan los tres cuadros restaurados por el Museo del Prado. A la derecha, el retrato del General Ricardos, atribuido a Goya y pintado en 1794.
Nuevas luces para tres joyas de Selgas

Nuevas luces para tres joyas de Selgas

Podrán contemplarse en el Pabellón de Tapices, junto al resto del conjunto palaciego de El Pito, que vuelve a abrir sus puertas mañana después de dos años

PACHÉ MERAYO

Sábado, 28 de junio 2014, 00:45

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La Quinta Selgas abre de nuevo sus puertas. Tras dos años enteros cerrada al público, volverá a encender sus luces para permitir un extraordinario viaje a finales del siglo XIX, aunque el motivo de su reapertura obliga a poner la mirada en tres joyas de varios siglos atrás. Un 'Ecce Homo' sobre tabla, pintado por Luis Morales a mediados del XVI; una enorme recreación de la 'Adoración de los reyes Magos, del pintor flamenco Theodoor van Loon, que nos devuelve a la segunda mitad del siglo XVII, y un retrato sobre tela del General Ricardos, atribuido a Goya, fechado en 1794. Los tres cuadros, pertenecientes a la colección que la familia dejó colgada en sus salones de estilo renacentista italiano, son las tres joyas sobre las que han estado trabajando en el departamento de restauración del Museo del Prado. Una labor, de casi un año, que ahora pone ante la mirada viejos paños pintados que antes permanecían ocultos. Detalles enterrados bajo diversos barnices y malas restauraciones, que ahora aparecen en todo su esplendor, como explicaba ayer ante las tres piezas fundamentales de la colección el presidente de la Fundación Selgas-Fagalde, Gregorio Peña, especialmente entusiasmado con el trabajo realizado en la tabla de Morales, que ha pasado a la historia como 'El Divino', denominado así por su primer biógrafo, Antonio Palomino, porque «pintaba solo asuntos religiosos con gran primor y sutileza».

Hasta hace unos meses gobernaba entre ellas -entre las tres que viajaron a Madrid y el centenar que acoge el palacio- el retrato del General Ricardos, de cuya mano goyesca no parecía haber dudas, como demuestra la información que sobre él aporta la propia Fundación en la descripción de sus colecciones. Sin embargo, ahora, a la vuelta de su viaje al Museo del Prado parece que éstas han aparecido y el propio Peña hablaba ayer de un cuadro de procedencia desconocida. «Podría ser de Goya, sí. Es su pincelada, el rostro del personaje es idéntico al de otro pintado por él y que cuelga en el propio Prado, pero lo cierto es que no hay aún certeza absoluta y pudiera ser que fuera de uno de los pintores de su taller».

Al margen de su autoría, la pieza del siglo XVIII es de una calidad evidente y podrá ser contemplada, como el resto de la colección, las arquitecturas y los jardines, desde mañana hasta el 28 de septiembre (de martes a domingo de 11 a 19 horas ininterrumpidamente).

Como podrá ser contemplada también la tela mayor de las tres recién restauradas: la 'Adoración de los Reyes Magos', del pintor barroco Theodoor van Loon. Recuperada asimismo como parte de un convenio de colaboración con el Museo del Prado, en el que cuelga todavía la estrella de la corona del fondo de arte Selgas: el 'Aníbal vencedor que por primera vez miró a Italia desde los Alpes'. Ese sí, con certeza, de Goya.

'Adoración de los Reyes Magos' fue ejecutada en la segunda mitad del siglo XVII, y se trata, sin duda, «del cuadro de un maestro con gran peripecia en el dibujo, muy académico en el tratamiento de los plegados y muy agudo en el de los rostros».

Las tres piezas, con las nuevas luces que la restauración ha puesto sobre los viejos trazos, se muestran entre la colección de tapices legada también por la familia. «Una colección sin parangón en todo el país», remarca Peña. Una colección, por otro lado, que se volverá a levantar en 2016 para trasladar a sus paredes la próxima exposición que la principal pinacotena nacional ha prometido organizar con sus propios fondos. «Pero no con telas de sus almacenes, sino con cuadros de la colección permanente». Está aún por decidir si dicha muestra se vertebrará en torno a un autor, como ocurrió con Meléndez, en 2012, o a un tema. Queda tiempo por delante para decidirlo.

Lo que sí tiene compromiso ya cerrado es la presentación del catálogo de toda la colección que se quiere tener sobre la mesa también en 2016, «para celebrar con él el 25 aniversario de la constitución de la Fundación Selgas Fagalde».

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