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'San Francisco en oración', de Francisco de Zurbarán (1598-1664), es una de las obras donadas por Plácido Arango.
El Prado exhibe ya 9 de las 25 obras donadas por Plácido Arango

El Prado exhibe ya 9 de las 25 obras donadas por Plácido Arango

El museo completa sus colecciones de Zurbarán y Goya gracias al histórico regalo del empresario. Incorpora también a su salas obras de Pedro de Campaña, Herrera el Mozo y Luis Tristán

COLPISA

Martes, 7 de julio 2015, 17:30

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Nueve de las veinticinco obras maestras regaladas por Plácido Arango al museo del Prado cuelgan ya en las paredes de la pinacoteca. Es un avance de la histórica donación del empresario mexicano de origen asturiano, que entrega al museo obras maestras de un periodo que cubre tres siglos, del Renacimiento al Barroco y Goya. Entre las que ya se exhiben hasta el cuatro de octubre en las salas del Prado -cinco pinturas y cuatro estampas- destaca un soberbio 'San Francisco' tardío de Zurbarán y cuatro litografías de los 'Toros de Burdeos' de Goya que completan las colecciones de ambos genios.

«Ahora el museo puede decir que cuenta con la mejor colección de Zurbarán del mundo y que disfruta de la colección completa de las estampas de Goya» se felicitaba Miguel Falomir, adjunto a la dirección de la pinacoteca y que presentó las obra del legado de Arango junto a algunos de los conservadores del Prado. Una donación que se incorpora «con plena naturalidad y ayuda a paliar algunas lagunas de autores importantes que no estaban en el museo» según Falomir.

El conjunto de obras que Plácido Arango Arias regala al Prado -aunque se reserva el usufructo en vida- se enmarca en el ámbito de la pintura española y de los artistas europeos que trabajaron para la corte española entre los siglos XVI y XIX. «Casi todas fueron adquiridas en el extranjero, lo que convierte su regreso a España en un extraordinario enriquecimiento de nuestro patrimonio histórico-artístico» se felicitó Falomir. Destacó también su «excepcional estado de conservación» e insistió en la «naturalidad» con la que se suman a la colección. «Parece que llevaran años en el museo en vez de horas» dijo.

Son obras impagables y aún no tasadas «pero que el Prado no podría adquirir aunque dispusiese del dinero necesario, ya que no salen al mercado piezas de esta importancia» hace notar Falomir.

Exquisitez

Cronológicamente el artista más antiguo incorporado al museo es Pedro de Campaña (1503-h. 1580). El Prado ha recibido y exhibe ya en sala 52 C dos obras claves: 'Camino del Calvario' y 'Descendimiento'. Son dos exquisitas pinturas de Pieter van Kempeneer, flamenco afincado en Sevilla que españolizó su firma y supuso «una decisiva contribución al desarrollo de la pintura española del Renacimiento».

La pieza estelar del legado Arango es el «hamletiano» 'San Francisco en oración' de Francisco de Zurbarán (1598-1664), tela pintada en la madurez de su genio, en 1659, que cuelga en la sala 10 A. Más adelante se mostrarán otros dos lienzos del maestro extremeño, 'Inmaculada Concepción' e 'Inmaculada niña'. «El Prado zanja, por fin, su deuda con el pintor y con una veintena larga de obras cuenta con la mejor colección del mundo» dijo Gabriele Finaldi en una de sus últimas comparecencias como 'número dos' del Prado, antes de incorporarse a la dirección de la National Gallery de Londres en agosto. «Estamos ante una obra de unos años de renovación, de repensar los temas y en los que la presencia de Rafael ayuda a entender esta estética suave, dulce y de claridad del color, en un cuadro de una belleza extraordinaria» aseguró Finaldi.

El Prado contaba ya con 'El Triunfo de San Hermenegildo' pero suma otra pieza crucial de Francisco de Herrera el Mozo (1622-1685), artista crucial del Barroco y del que incorpora el soberbio 'Sueño de José' que se exhibe en la sala 9 junto a 'El sueño de Jacob' de José de Ribera. Javier Portús jefe de conservación de pintura española, la destacaba como una «pieza maestra del pleno barroco español de extraordinario valor artístico». El hecho de que hayan quedado muy pocas pinturas Herrera el Mozo «contribuye a que el papel que ha jugado en la pintura española del XVII no esté a la altura de lo que realmente ha sido», lamentó Portus.

También es extraordinario el 'Calvario' de Luis Tristán, (c. 1585-1624), tela de gran formato del único discípulo del Greco perfectamente conocido y cuya obra se exhibe en la sala 9 B junto a una crucifixión de su maestro cretense. El Prado tiene oras obras de Tristán, «pero esta obra se va a convertir en emblemática» aseguró Leticia Ruiz, jefe de Pintura española del Renacimiento del museo.

De «muy especial» califica José Manuel Matilla, jefe de conservacion de dibujos y estampas, la donación de la serie competa de los 'Toros de Burdeos' de Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828), la única serie goyesca que no poseía el museo y que el genio de Fuendetodos realizó cuando tenia ya 80 años. La donación de las cuatro litografías, que se muestran en la sala 66, se suma a la realizada por Plácido Arango en 1991, compuesta por ochenta grabados de la serie de los 'Caprichos', con lo que completa sin ninguna ausencia la magnífica colección de la obra impresa del aragonés en el Prado.

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