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Gamoneda y Mieres siguen la actuación de la bailarina que cerró el acto de apertura.
Gamoneda: «Aún tenemos mucho que aprender de Alejandro Mieres»

Gamoneda: «Aún tenemos mucho que aprender de Alejandro Mieres»

Más de 200 personas acuden a la inauguración de la exposición de Alejandro Mieres en el Museo Barjola

ELENA S. HERRERO

Sábado, 3 de septiembre 2016, 00:21

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«Pienso que con el título de 'Llegó la Noche y no quiero dormir sin Memoria' se refiere a su propia vejez, que Alejandro Mieres tiene miedo de que desaparezcan de su pensamiento y de su cabeza los datos que memorizó, el recuerdo de las personas que quiere, de las circunstancias de la vida», contaba ayer a EL COMERCIO el poeta Antonio Gamoneda minutos antes de asistir a la inauguración de la exposición de Alejandro Mieres en el Museo Barjola de Gijón, donde leería el poema que incluyó en el catálogo de la muestra. A eso de las 19.30 horas de la tarde, unas doscientas personas se acercaron hasta el museo para la puesta de largo de la muestra. Amigos, conocidos, familiares y artistas ocupaban las escaleras del edificio a modo de gradas para aplaudir la llegada de los dos protagonistas de la jornada.

Allí estaban los artistas Hugo O'Donnell, Edgar Plans y Ricardo Mojardín, entre otros. Tampoco quisieron perderse la cita el escritor Ricardo Potchar y el poeta Francisco Álvarez Velasco. La galerista Gema Llamazares también se encontraba en la ceremonia de inauguración, como el director del Museo de Bellas Artes, Alfonso Palacio. Y no faltaron tampoco los ex presidentes del Principado, Pedro de Silva y Vicente Álvarez Areces. Antes de que empezase el acto, mientras los protagonistas se saludaban a la puerta, había quien observaba fascinado los cuadros. «¿Están en venta?», preguntaban. La respuesta de los responsables del museo era clara: «No están en venta».

La entrada de los viejos amigos en el hall del edificio generó un revuelo de gente a su alrededor; unos se acercaban a saludar y otros pedían que les firmasen el catálogo de la exposición, -que por cierto ayer se agotó-. Al que le sirvió de mucho este libro fue a Gamoneda, quien dijo que pudo «remediar algunas ignorancias de las pinturas de Alejandro con él». Aún así, explicaba que remediaría definitivamente ese desconocimiento «después de ver su obra en esta magnífica muestra».

Tras las palabras de agradecimiento de Victor Picallo -el comisario- y el viceconsejero de cultura y deportes, Vicente Domínguez, recibió el turno de palabra el protagonista, Alejandro Mieres: «Este es un lugar muy importante, y que se acuerden de mí, sobre todo cuando no te queda mucha cuerda, es de agradecer». Y así, con pocas palabras y un «muchas gracias», finalizó su intervención. Eso sí, durante más de un minuto sonaron aplausos en su honor y él, lo agradeció emocionado, bajando la cabeza.

Se volvió a escuchar «gracias», pero esta vez de los labios del poeta. Eran palabras dirigidas a Alejandro Mieres. «La obra de Alejandro supone una cumbre en una manera de entender la plástica. Estoy aquí por las mismas razones que todos, por afecto y por respeto, me falta decir la segunda razón de esta asistencia y, es que Alejandro es un ser humano del cual creo que aún tendremos que aprender bastante», decía emocionado Gamoneda. Y, así, con la emoción a flor de piel dio paso a la lectura del poema dedicado al pintor. «No me contestes; no quiero saberlo. Deja, por favor, Alejandro, este misterio a mi pobre cabeza visionarla. Gracias. Salud, Alejandro...». El acto se cerró con una performance: música de clarinete y una bailarina que acaparó la atención de todos, como poseída por la luz que desprenden los cuadros de Mieres, que colgarán de las paredes del Barjola hasta el día 16 de octubre.

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