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AZAHARA VILLACORTA
Sábado, 3 de septiembre 2016, 00:21
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Hace ochenta años, España se sumía en un conflicto civil y «Gijón padecía con especial crudeza los devastadores efectos de las bombas», unas páginas negras de nuestra historia reciente que ahora reviven en la exposición 'Los desastres de una guerra', que podrá verse en Los Campinos de Begoña hasta el próximo 2 de octubre.
La muestra, en la que los investigadores de la Universidad de Oviedo Rubén Vega e Irene Díaz han reunido cuarenta fotos de distintas procedencias con sus correspondientes textos explicativos en castellano, asturiano e inglés, «pone el foco, sobre todo, en las mujeres y en los niños. Habla de su miedo, de cómo tuvieron que huir a Francia, del chocolate que daban a los más pequeños como consuelo», cuenta el fotoperiodista Álex Zapico, su director artístico. Un relato de la desolación que se construye a través de imágenes procedentes de distintos archivos y de objetivos como el de Constantino Suárez. «Hay incluso instantáneas muy curiosas como una tomada desde el aire por la Legión Cóndor» en la que el humo de la destrucción se eleva hacia el cielo gijonés.
Pero esta compilación, que habla de «la muerte que truncó vidas y esperanzas», forma parte de un proyecto más amplio, 'Los Años Silenciosos', que «trata de dar voz a personas que, con o sin militancia política, como personajes de proyección pública o completamente anónimos, comparten idéntica preocupación ante la insolidaridad y la mala memoria existente entre amplios sectores sociales, donde parece que la experiencia pasada es simplemente pasado y la realidad de los refugiados un asunto que no nos incumbe».
Y esa memoria histórica tan denostada por algunos quiere servir, al fin, «para que palabras e imágenes interactúen buscando sensibilizar sobre el presente, actualizando esas experiencias para que sirvan de ejemplo de solidaridad e integración».
«Queríamos sacar a la calle estas imágenes en las que mucha gente reconoce distintos lugares de Gijón y se reconoce en el drama que sufre también el pueblo sirio ahora que hace solo ochenta años que los refugiados españoles, nosotros, huíamos a Francia, lejos de las bombas».
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