El Reino de Asturias, a la luz de sus hallazgos arqueológicos

El simposio 'Del fin de la Antigüedad Tardía a la Alta Edad Media en la península ibérica (650-900)' se organiza precisamente en el marco del 1.300 aniversario del origen del Reino de Asturias, aunque en él se debatirá sobre los profundos cambios que sufrió el conjunto de la península ibérica entre el siglo VII, el final de la Antigüedad Tardía, y la llegada de la Edad Media, en el siglo IX.

Las jornadas tendrán como punto de partida el reconocimiento de la rebelión encabezada por Pelayo contra el dominio omeya en el año 718, fecha convencionalmente considerada el acta de nacimiento del Reino de Asturias.

Pero, además, serán «pioneras», como explicó la directora general de Patrimonio Cultural, Otilia Requejo, ya que los especialistas estudiarán esas profundas transformaciones desde una perspectiva arqueológica, lo que, a ciencia cierta, «aportará importantes novedades» a la investigación.

Serán «seis sesiones muy intensas con un centenar de arqueólogos, siete ponencias marco y 25 comunicaciones», detalló Fructuoso Díaz, al frente de la Asociación de Profesionales Independientes de la Arqueología (Appia), quien precisó que estarán abiertas a todos los interesados y a docentes universitarios y de enseñanzas secundarias en particular.

El profesor de Arqueología de la institución académica asturiana Alejandro García apuntó al «enorme potencial arqueológico que atesora nuestro territorio», con verdaderas joyas como La Foncalada, monumento prerrománico declarado Patrimonio de la Humanidad en 1998 y que protagonizará una visita guiada.

Sobre uno de estos tesoros, el Chao Samartín, se pronunció también Genaro Alonso, quien aclaró que, por el momento, «se harán obras de consolidación y restauración. Eso es lo que vamos a acometer de modo inmediato, porque es lo más urgente». En cuanto al polémico proyecto de intervención en el castro de Grandas de Salime -que incluye un aparcamiento, el acceso y un edificio de acogida de visitantes-, Alonso aseveró que «ahora no toca».