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David Prowse.
Dave Prowse, el alma detrás de Darth Vader

Dave Prowse, el alma detrás de Darth Vader

Este viernes se estrena el documental 'I Am Your Father', que trata de "reparar la injusticia" con el actor que dio vida al villano por excelencia, condenado al ostracismo por los creadores de la saga Star Wars

Rosario González

Jueves, 19 de noviembre 2015, 04:11

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A las afueras de Londres reside tranquilamente en el anonimato un octogenario caballero inglés, campeón de halterofilia, intérprete y filántropo. A primera vista y pese a una imponente presencia coronada por dos metros de altura, David Prowse (Bristol, 1935) podría confundirse con cualquier otro vecino de su pequeño barrio de Croydon, pero este hombre de sonrisa beatífica y abundante cabellera blanca atesora una historia fascinante. Fue el actor detrás de la máscara de Darth Vader en la primera trilogía de Star Wars, pero su rostro jamás se vio en la pantalla ni tampoco se escuchó su voz. Dos factores que, junto al ostracismo al que lo condenaron los creadores de la multimillonaria saga, impidió que Prowse fuera reconocido al mismo nivel que compañeros de reparto como Harrison Ford, Carrie Fisher o Mark Hamill.

Esa fue la conclusión a la que llegaron los cineastas Toni Bestard y Marcos Cabotá, creadores de I Am Your Father (Yo soy tu padre), un documental con el que tratan de "reparar la injusticia" con quien diera vida al villano por excelencia de la historia del cine y que se estrena en cines este viernes tras su paso por el Festival de Sitges.

"Me habría encantado hacer más películas con George Lucas pero desafortunadamente, mi relación con el no es buena", explicó ayer el propio Prowse en la presentación de la película. "Honestamente, no se qué pasó, qué fue lo que le molestó ni en qué pude haberme equivocado, creo que pude meter la pata tras el primer rodaje y dije a la prensa algo que le molestó y que aún no lo haya olvidado. Tengo la sensación de que hay una Vendetta contra David Prowse para dejarlo fuera del universo de Star Wars", lamentó el actor.

Cuando se estrenó la primera película de La guerra de las galaxias, un 25 de mayo de 1977, nadie esperaba que fuera el inicio de un fenómeno que cambiaria la historia del cine para siempre, marcando el inicio de un sistema a la hora de hacer y de estrenar cine que aún perdura. Uno de aquellos sorprendidos fue el propio Prowse que, en medio de aquel torbellino, fue acumulando una decepción tras otra al conocer que los creadores de Star Wars habían decidido doblar su acento británico -utilizaron la voz de James Earl Jones- y, más aún, la única escena en la que Darth Vader muestra su rostro, en El retorno del Jedi, George Lucas decidió reemplazar a Prowse por el actor Sebastian Shaw.

Ese es precisamente el punto de partida del documental, en el que Marcos Cabotá viaja a Londres para proponer a Prowse rodar la secuencia que le fue vetada en su momento y que impidió su reconocimiento internacional. La idea inicial era una recreación sencilla y destinada a ser un cortometraje, pero la historia fue creciendo a lo largo del camino, cuando los directores hallaron pistas que podían arrojar luz sobre las razones del rechazo al que se vio sometido el actor.

Una de ellas fue una entrevista publicada en 1977, durante la promoción de la primera película de la saga. En ella, Prowse hablaba sin tapujos sobre la película, sobre su personaje e incluso se atrevía a elucubrar con futuras secuelas que podrían incorporar golpes de efecto como el de Darth Vader revelándose como el progenitor de Luke Skywalker durante el mítico duelo con espadas láser. Su nombre apareció también relacionado con una filtración al periódico Daily Mail que revelaba otro de los grandes secretos, la muerte de su personaje. Casi cuatro décadas después, el actor asegura no recordar nada de la entrevista de 1977 y niega categóricamente haber sido el autor de la filtración posterior, aunque sí reconoce su falta de discreción a la hora de hablar con la prensa, algo que podría haber sido el detonante del ostracismo posterior, cuando empezó el rodaje de la tercera película, El retorno del Jedi, y Prowse comprendió que algo no marchaba.

"El director no me dirigió la palabra en todo el rodaje y mi doble como Darth Vader el actor Bob Anderson-, comenzó a interpretar cada vez más escenas". Fue en ese momento cuando Prowse decidió pedir explicaciones y trató de defender su inocencia pero, según asegura, "prefirieron quedarse con su versión de la historia". El actor recuerda cómo aumentó cada vez más el secretismo alrededor del rodaje, en el que cada actor recibía solamente su parte del guión a través de un mensajero que se lo llevaba de noche a su casa y que tenía que devolver al día siguiente. "En LucasFilm siguen culpándome, pero era imposible que yo supiera los secretos de Darth Vader", insiste. La psicosis llegó a tal punto que, según admite uno de los productores de la saga, el día en el que rodaron la muerte de Darth Vader con el actor Sebastian Shaw pusieron un vigilante en cada puerta del rodaje por si David Prowse se presentaba.

Esa fue la última vez que tuvo relación con el equipo de Star Wars ya que, según relató, jamás ha sido invitado a ninguna de las convenciones oficiales de la saga que se celebran cada tres años. "Darth Vader fue una parte fundamental de mi vida y esta es una oportunidad maravillosa de mostrar mi visión de las cosas y de que los fans puedan conocer la verdad".

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