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Juan Antonio Bayona, ayer, en Gijón.
«Dudar es sano, te permite mejorar»

«Dudar es sano, te permite mejorar»

«No podemos criminalizar a la industria del cine por el fraude del taquillazo», dice tras presentar en el FICX su proyecto '9 días en Haití', en colaboración con Intermón Oxfam

AZAHARA VILLACORTA

Jueves, 26 de noviembre 2015, 00:20

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Juan Antonio Bayona (Barcelona, 1975), para todo el mundillo cinematográfico J. A. Bayona o solo 'Jota', el aclamado director de 'El orfanato' y 'Lo imposible', estuvo ayer en el FICX para presentar dos cortos: '9 días en Haití', en el que muestra su cara más solidaria de la mano de Intermón Oxfam tras viajar al país caribeño para defender la importancia de la cooperación y denunciar los recortes del Gobierno español en este tipo de ayudas, «un 68% en los últimos cuatro años, el mayor tijeretazo de la historia de cualquier país», y 'No me quites', producido por él, dirigido por Laura Jou y protagonizado por Laia Costa. Bayona acaba de lanzar el tráiler de la esperada 'Un monstruo viene a verme', que se estrenará en octubre de 2016.

¿Cómo va su nueva película?

Estamos terminando, en fase de postproducción, metiendo efectos especiales, sonido y música. Es un montaje muy complicado técnicamente.

Dicen que es su trabajo más personal. ¿Menudo tópico?

No. Es un drama con fantasía o una fantasía con drama. Creo que va a ser una película bastante especial. Yo sí que creo que es el trabajo en el que más me he volcado y en el que he encontrado más cosas que me toquen de una manera más personal.

¿Siente mucha presión?

Bueno, sí que la hay porque la gente está esperando y, evidentemente, no es lo mismo presentar 'El orfanato' o incluso 'Lo imposible', cuando no eres tan conocido, que presentar una película que la gente está esperando con muchas ganas.

¿Cómo hace para que no se le suba el éxito a la cabeza?

No eres muy consciente del éxito. Lo que sientes es la presión y las ganas de que a la gente le guste. Es una responsabilidad. Uno se crea un público más o menos fiel y ahí está la lucha entre el creador y lo que está esperando su público. Entre lo que ellos quieren y lo que uno quiere contar.

Ha dicho que la confianza en uno mismo es la clave del triunfo.

Sí. Siempre he tenido muy claro lo que quiero hacer, pero luego , a la hora de hacer un trabajo, es bueno dudar. Es sano. Porque eso es lo que le permite a la película mejorar.

Ha rechazado muchos proyectos. Entre otras cosas, le ha dicho que no al mismísimo Scorsese.

Uno escoge los trabajos que ve más cercanos aunque vengan de Hollywood o vengan de aquí. He dicho que no a muchos, pero no le daría importancia a haber dicho que no a producciones de Hollywood porque estoy deseando hacer una. Cuando encuentre la que se ajuste a lo que quiero, la haré.

¿Qué tiene que tener un proyecto para que se lance de cabeza?

Pues no lo sé. Yo creo que te tiene que hablar de una manera especial. Es algo que tiene que ver más con el instinto que con el intelecto.

Divide el séptimo arte en dos tipos de cine: el honesto y el deshonesto. ¿Cuál es el último?

El que haces por las razones equivocadas. Por ejemplo, por dinero. Las cosas que se hacen por dinero, normalmente, no salen bien. Si las haces por dinero, no las hagas.

¿Sufre mucho en los rodajes?

Mucho. Muchísimo. Se pasa muy mal pero, a la vez, se pasa muy rápido. Eso significa que estás muy en sintonía con el momento. Se te pasan los días en segundos.

¿Es muy duro con los actores?

No. Yo me he llevado siempre muy bien con ellos. Y, de hecho, cada vez lo paso mejor y cada vez me meto más de lleno en la dirección de actores y en todas las disciplinas de este trabajo. Y los trato a todos por igual. Si está en cámara, hasta un figurante te puede destrozar el plano. Yo intento que todo el mundo dé lo mejor de sí mismo: un principal o un secundario.

Nada de tele, a las series no se engancha y es un fanático de la gran pantalla. De hecho, hace pelis para que no se puedan ver en los aviones.

Sí (Sonríe). Eso siempre se lo digo al director de foto cuando hacemos un encuadre. Le comento: «Ponlo bien general para que la gente en el avión no pueda verlo». Tuve una experiencia de televisión que fue muy buena pero no soy aficionado a ella. Ni siquiera la tengo conectada en casa.

¿Y cómo va de cine?

Veo todo el que puedo. Todo el tiempo libre que me queda lo dedico a ir al cine. Al menos, una vez por semana, y luego también lo veo en casa.

¿Le preocupa la piratería y la situación de la cultura en este país?

Mucho. Hay una situación cultural que viene agravada por un Gobierno que no ha entendido el potencial de la industria del cine y luego tenemos el problema acuciante de la piratería, que tiene más que ver con la educación de cada uno que no con las políticas con las que lo pueda atajar el gobierno. Piratear es robar y, mientras que la gente no entienda eso, no avanzaremos.

Asistimos al fraude del taquillazo: sines simulando pases que no existían y espectadores ficticios.

No podemos criminalizar a la industria del cine porque hay una parte muy honesta y muy honrada. Habrá que esperar a que actúe la justicia.

Lo que sí está siendo una taquillazo es el fenómeno '8 apellidos'.

Por primera vez, el cine español se está defendiendo en la taquilla y esa es una baza muy importante para poder defender otro tipo de cine que hay que defender. Hay que integrar a todo el mundo. No hay que acabar ni con el con el comercial ni con el más arriesgado. Y hay que reconocerle el mérito de conectar con tanta gente. Además, algo tiene que tener para que la gente acuda en masa a ver la primera, al segunda y la tercera si la hacen.

¿Cine comercial o cine de autor?

'Un monstruo viene a verme' en España es una superproducción y en Estados Unidos es una película independiente. E incluso con altos presupuestos, como es mi caso, se puede experimentar. Eso te deja ver que en el fondo todo son etiquetas y que lo importante es la película que estás haciendo.

Y cine solidario como '9 días en Haití', dentro del movimiento 'Sí me importa'. ¿Qué sintió estando allí?

Yo nunca había estado en un país así. A lo sumo, de promoción. Cuando te llevan a fiestas, hoteles de cuatro estrellas, cócteles y alfombras rojas. Y no es lo mismo verlo en las noticias que estar delante de un niño que pasa sed y hambre. Te marca, pero los verdaderos héroes son los que trabajan sobre día a día. Queremos poner el foco de atención sobre el 0,7%, que es una meta que nunca se ha conseguido. Porque hubo una época en España en la que la gente estaba concienciada, que salía a la calle con las tiendas de campaña, pero estamos en el 0,14%.

¿Amenábar o Almodóvar?

Hombre, Almodóvar es ya un clásico y es un moderno a la vez. Almodóvar es una institución.

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