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Mario Casas, casi irreconocible caracterizado como Martinón, el protagonista de 'Bajo la piel del lobo'.
Los Oscos, primer escenario de 'Bajo la piel del lobo', la película protagonizada por Mario Casas

Los Oscos, primer escenario de 'Bajo la piel del lobo', la película protagonizada por Mario Casas

Irene Escolar y Ruth Díaz completan el reparto de la ópera prima en la ficción del director asturiano Samu Fuentes, que ha convertido el paisaje de la región en el cuarto protagonista de la cinta

JESSICA M. PUGA

Jueves, 14 de junio 2018, 16:40

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Pocos lunes se recuerdan tan ajetreados en los Oscos como el de ayer. Una jornada vivida tan intensamente que recordó a los lugareños al sábado de octubre en que don Felipe y doña Letizia visitaron la comarca para oficializar la entrega del Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias 2016. Los invitados de excepción fueron esta vez los actores Mario Casas, Irene Escolar y Ruth Díaz, quienes, a las órdenes del director asturiano Samu Fuentes, empezaron el rodaje de la película 'Bajo la piel del lobo', con el paisaje asturiano como cuarto protagonista de excepción, ayer, concretado en Santa Eulalia de Oscos.

La de ayer fue la primera jornada en la que se pudo oír en el Occidente bien alto y claro aquello de 'Silencio, se rueda', pues mutismo absoluto es lo que pide este título, ópera prima en la ficción de Fuentes, producida por Nasa Producciones y Orreaga Filmak. El silencio y la naturaleza son los añadidos de este filme, que ahonda en la vida de un lobo solitario de los que vivían aislados en los montes dedicados a la caza de alimañas, dando cuentas de su día solo a la naturaleza que le envuelve y de la que depende su supervivencia. Este es Martinón, un Mario Casas desconocido para el gran público que, para empezar, ha tenido que engordar quince kilos para encarnar a un alimañero que justo acaba de despedir otro duro invierno y ve en la primavera la ocasión para vender en el pueblo las pieles que ha obtenido no sin esfuerzo. De un cambio físico más que evidente bromea en redes sociales el actor, que se aleja del papel de tipo duro y 'malote' del cine español para hacer frente a un rol nuevo, muy diferente a lo que tiene acostumbrados a sus legiones de fans. En una de sus excursiones a la civilización, Martinón conoce a una chica que marcará un punto de inflexión en su vida: ¿debe seguir viviendo de la naturaleza perdido en las montañas o disfrutar del resto de sus días en compañía?

Esta es la historia que quería contar el director noreñense Samu Fuentes, autor también del guion. Una prueba más de su gusto por defender su tierra también como paraíso cinematográfico. Pues si ahora se estrena como director de ficción, intervino activamente como ayudante de dirección en 'Marrowbone', película de Sergio G. Sánchez rodada en Asturias el pasado año.

Todo llevaba días preparado en Santa Eulalia para que las primeras tomas pudieran grabarse sin mayor demora. Por eso hace días que el trajín comenzó en la zona, justo con la llegada de los primeros responsables del equipo, encargado de adecuar las localizaciones que servirán de marco a la película, que incluirá también escenas en el corazón del Pirineo aragonés, donde han estado trabajando las últimas semanas. El inicio de la primavera marcó el del rodaje en Asturias, en concreto en Quintá, un pueblo a tres kilómetros del centro de Santa Eulalia, reconocible por una pequeña capilla y por un tejo centenario, imagen de multitud de fotografías. Los próximos días la animación continuará por la zona, donde el equipo tiene previsto estar unas dos semana recorriendo, además de otros puntos de Santa Eulalia, también Taramundi, Villayón y Pesoz.

Los vecinos de Santa Eulalia ayudaron ayer en todo lo que podían. Si hacía falta atrezo, ellos lo prestaban; y si había que dejar una casa, pues ellos tenían habitaciones de sobra. Están emocionados de que actores del calibre de Casas y Escolar conozcan su concejo, que suma poco más de 500 habitantes y que tildan como el gran olvidado del Principado. El grupo que mira con especial atención al rodaje es el dedicado al turismo, que ve en él un atractivo que complemente su oferta natural, rural y gastronómica. Si la visita de los Reyes contribuyó sobremanera a que el número de visitantes aumentara en noviembre y enero, registrando datos poco habituales a esas alturas del año, ahora con el rodaje y con el estreno de la película -previsto para finales de este año- esperan que vuelva a repetirse. Lo que es seguro es que estos días muchos hoteles rurales están completos por albergar al equipo de 'Bajo la piel del lobo', igual que muchos restaurantes notan el trabajo extra. Como Casa Pedro, que ayer sirvió judías con jamón, macarrones con carne, ternera asturiana y bacalao al equipo, que apenas paró de rodar, aprovechando las horas de sol. Y hoy, habrá más.

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