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Jaime de Armiñán y su hijo Eduardo reciben, emocionados, la ovación del Jovellanos.
Jaime de Armiñán recibe la ovación del Jovellanos en el estreno de '14, Fabian Road'

Jaime de Armiñán recibe la ovación del Jovellanos en el estreno de '14, Fabian Road'

Un teatro lleno hasta la bandera acogió la primera proyección del ciclo que el Aula de Cultura de EL COMERCIO dedica al director

ALBERTO PIQUERO

Miércoles, 31 de mayo 2017, 00:12

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Se levantó ayer el telón en un abarrotado Teatro Jovellanos del ciclo que el Aula de Cultura de EL COMERCIO auspicia en torno a uno de los grandes autores cinematográficos españoles. Bajo el rótulo de 'Jaime Armiñán, historia del cine español', el coliseo gijonés, repleto para la ocasión, se vistió de gala para recibir al propio director y a su hijo, Eduardo de Armiñán Santonja, co-guionista junto a su progenitor de la película que ha inaugurado esta panorámica retrospectiva, '14, Fabian Road'. Un film que mereció en 2008 el premio al mejor guión en el Festival de Málaga, pero que las vicisitudes de la industria cinematográfica impidieron que tuviera después el natural desarrollo en salas comerciales. De modo que los espectadores asistentes a la función lo hicieron en calidad de quienes acuden a un estreno, por así decir.

Así, tras una introducción filmada de la biografía del cineasta, el director tomó la palabra y recurrió a su conocido humor irónico para hablar de una abuela, actriz, a la que no le gustaban los aplausos, «lo que no es mi caso», aclaró. Y, con la libertad que suelen dar la edad y la experiencia, deseó: «Que ustedes disfruten de la película y, si no, también pueden marcharse». Un discurso que fue rubricado con una ovación emocionante, al igual que el final de la película.

Recuperar la filmografía de Jaime de Armiñán, en particular para las nuevas generaciones, es rendir el justo tributo a un creador de larga trayectoria y extraordinario éxito entre la crítica y el público, quien ha conocido en primera persona la evolución del cine español desde la década de los 60 del pasado siglo, siendo guionista habitual de José María Forqué, hasta que decidió ponerse por cuenta propia tras las cámaras dirigiendo 'Carola de día, Carola de noche', en 1969. Es uno de los realizadores que siempre ha firmado simultáneamente la inspiración del guión y la dirección de sus películas, salvo la excepción de 'El palomo cojo' (1995), en la que partió de un texto de Eduardo Mendicutti.

'14, Fabian Road' relató con imágenes de luces poéticas la historia de una joven escritora argentina residente en España, Camila Ponte, interpretada por Julieta Cardinali, la cual obtiene con su primera novela el Premio Cumbres, a partir de cuyo momento ha de conocer las sinuosidades de las cordilleras del triunfo.

Armiñán lo reviste de fantasía, pero al tiempo habla de la prosa cotidiana, de las fatigosas giras de promoción de libros, de las inquietudes que despierta el éxito temprano paralizando a quien llega a esa cima o incluyendo anécdotas dibujadas mediante personajes secundarios.

Camila Ponte es secuestrada por una lectora peculiar, Vega Galindo, a la que encarna Ana Torrent (la niña de 'El nido', otra de las grandes obras de Armiñán), y los acontecimientos se despliegan en el Hotel Palmira, que tiene algo de edificio de cuento gótico, siendo Palmira la actriz Ángela Molina. En realidad cierta y no en la ficción, parece que se corresponde con el Hotel Rocamador, regentado en la época del rodaje por Lucía Bosé (hija) y Carlos Tristancho, según comentaba Eduardo de Armiñán en una entrevista en este periódico.

Al fondo de la narración cinematográfica, hilvanada de manera muy libre y próxima a la ensoñación, palpitan sentimientos que van de la admiración a los soterrados deseos de venganza, envueltos por atmósferas sugerentes y diálogos con aristas. Lo más reseñable es el gusto por contar, por dejar que la historia trace su arco y sus ovillos, en los que se agregan a los intérpretes citados los nombres de Omero Antonutti, Fernando Guillén, Fele Martínez o Cuca Escribano.

El crítico José Havel le ha visto asomos de los cuentos morales de Rohmer. Otros han escrito acerca de posibles similitudes con la imaginación de Gonzalo Suárez. Y hasta se podría incluir una cierta aproximación a Stephen King. Pero el sello es el de Jaime de Armiñán.

Al estreno de la película acudieron el presidente del Consejo de Administración de EL COMERCIO, José María González, acompañado por su esposa, María Consuelo Fornos; el director general, Goyo Ezama; el director, Marcelino Gutiérrez, la coordinadora del Aula de Cultura y jefa de Edición, María de Álvaro, y el jefe de la sección de Cultura, Miguel Rojo, además de varios periodistas y colaboradores del diario como el ex director adjunto José Antonio Rodríguez Canal, Miguel Mingotes, Ñata, Rosa Iglesias o el escritor Miguel Rojo.

También quisieron asistir al homenaje la directora general de Universidades e Investigación del Principado, Cristina Valdés, acompañada por su esposo; la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Gijón, Ana Montserrat López Moro; el director del Festival Internacional de Cine, Alejandro Díaz Castaño; la directora del Jovellanos, Teresa Sánchez; el director de la Fundación Prodintec, Íñigo Felgueroso; la notaria Montserrat Martínez y su esposo, el letrado José Carlos Álvarez; el director de la Escuela Superior de Arte Dramático, Joaquín Amores, o del Ateneo Obrero, Luis Pascual.

El ciclo del Aula de Cultura de EL COMERCIO dedicado a Jaime de Armiñán proseguirá en los meses de julio y agosto en el Centro de Cultura Antiguo Instituto, reponiendo algunas de sus películas míticas, 'Mi querida señorita' (1972), 'El nido' (1980), 'Mi general' (1987), además de los dos primeros capítulos de una serie televisiva que al igual que las creaciones cinematográfica, hizo historia, 'Juncal', con el inolvidable Paco Rabal. Aunque la tradición en nuestro país no es la de honrar demasiado a las viejas glorias, al contrario de lo que sucede en otras naciones más respetuosas con la herencia cultural recibida, este primer pase recordatorio de Jaime de Armiñán logró concitar la reverencia que se merece uno de nuestros directores de cine más significativos de los últimos años.

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