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ATLAS ESPAÑA
Miércoles, 30 de agosto 2017, 18:45
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La única prueba del delito es un vídeo colgado en Internet por un visitante del museo. Este vídeo desapareció enseguida misteriosamente. Un fallo en su conservación ha indignado a los ilicitanos, que le han hecho otro vídeo al insecto para ayudar a reavivar su eterna reivindicación. Cómo y cuándo entró la hormiga en una vitrina, supuestamente estanca, es un misterio que solo la gran dama conoce, pero sus labios están sellados.-Redacción-
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