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El periodista Antonio san José.
Antonio San José: «La felicidad es andar con la vida con los cinco sentidos desplegados»

Antonio San José: «La felicidad es andar con la vida con los cinco sentidos desplegados»

El periodista y actual director de Comunicación de Aena publica 'Hoy no me cambio por nadie', un inspirador canto a la felicidad que reivindica el valor de las pequeñas cosas

Rosario González

Viernes, 11 de abril 2014, 19:47

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Si hay algo que tiene claro el periodista Antonio San José (Valladolid, 1956), es que no se cambia por nadie. Ni hoy, ni ayer ni mañana. Durante años ha ido practicando el ejercicio de la felicidad, una tarea que se antoja ardua y difícil de alcanzar pero que, básicamente, consiste en subir al máximo el volumen de los cinco sentidos para dejar que la vida haga su efecto. Y funciona. De ello dejó constancia en su primera incursión literaria, La felicidad de las pequeñas cosas, un ensayo donde plasma su filosofía de vida y que pone el foco en las pequeñas cosas que nos hacen felices. Ahora desarrolla esas ideas de forma más profunda en Hoy no me cambio por nadie, un brindis a la vida donde reflexiona sobre cómo alcanzar la felicidad plena sin necesitar cambiarse por nadie.

San José sabe de idas y venidas, de la satisfacción que produce embarcarse en un proyecto nuevo y de la tristeza que supone dar por terminado otro. Durante los más de 32 años que lleva ejerciendo como periodista ha dirigido y presentando decenas de programas en radio y televisión, además de dirigir los informativos de Antena 3 y los servicios informativos de RNE y CNN+, que le valieron tres Premios Ondas, otras tantas Antenas de Oro y el Premio Salvador Madariaga. Sin embargo, su concepto de la felicidad apunta a placeres sencillos como "escaparse de la habitación en un hotel de playa y salir a saludar al mar cuando la arena no está todavía invadida de bañistas". La lista de momentos felices continúa de forma similar; una copa de vino al lado del mar, compartir una comida con un amigo o "recorrer la ciudad a paso firme contemplando el espectáculo fascinante de las calles". Placeres sencillos que comparte con una gran mayoría de personas, según ha ido comprobando en las diversas charlas y presentaciones de su libro. "Pedía a los asistentes que escribieran en un papel aquello que les produjera felicidad y, antes de abrirlo, les decía: "Aquí está su felicidad. Yo me apuesto con ustedes a que nada de lo que hay aquí vale más de cinco euros", explica ufano. Y nada lo valía. En los papeles se repetían placeres tan simples como "leer el periódico de la mañana con un café y un pincho de tortilla".

"La felicidad es un conjunto de buenos momentos, de experiencias gratas al alcance de todos nosotros y que podemos vivir si somos capaces de localizarlos. El dinero no te lo da", afirma San José. Y de dinero sabe. Antes de ocupar su puesto actual como director de Comunicación de Aena, San José ejerció ese mismo puesto en Loterías y Apuestas del Estado, donde pudo ver cómo muchos de los ganadores de un gran premio económico terminaban arruinadas económica y moralmente. "Se han hecho estudios muy serios que miden la felicidad y, aquellos que no tienen sus necesidades básicas cubiertas, encuentran en el dinero una forma de dignificar su situación y alcanzar la felicidad. Pero una entrada de dinero vía Lotería, vía herencia u otras circunstancias no produce más felicidad a la larga, sino gente desclasada que ha cambiado a un modo de vida en el que no ha encajado o ha visto cómo alrededor de ese dinero revoloteaban aprovechados que proponen negocios o piden dinero. De hecho, en Loterías hay un cuaderno de ganadores de premios muy importantes, done se les da consejos para disfrutar de ese dinero y que no se convierta a la larga en un problema en su vida".

San José alerta asimismo de la tendencia errónea a mitificar nuestro pasado. Una trampa que nos tiende nuestro cerebro al borrar los recuerdos desagradables como mecanismo de defensa. "Cualquier tiempo pasado no fue mejor; fue simplemente pasado, pero a veces no nos damos cuenta de lo felices que éramos hasta que dejamos pasar el tiempo. La felicidad es andar por la vida conscientemente y disfrutar de las cosas que tienes alrededor, con los cinco sentidos desplegados", anima el autor, que destaca cómo "cuando viajas descubres que eres un ser privilegiado: vivir en una casa, tener agua caliente, comer todos los días, tener un coche o acceso a un sistema de salud. A veces no somos capaces de valorar lo bueno de nuestra vida cotidiana", resume. Un conformismo, entendido de manera positiva, que no choca sin embargo con la ambición. El quid está en buscar la armonía, el equilibrio.

"Es algo inherente al ser humano; una persona que no sea ambiciosa es una persona que no tiene aspiraciones en la vida y poco recorrido vital. Pero hablamos de una ambición necesaria, de querer ser cada vez mejor padre, mejor profesional, tener una mejor relación de pareja o llevarte mejor con tus amigos Es decir, la búsqueda de la excelencia y de la mejora personal en tu día a día. Pasa lo mismo con el conformismo, no se trata de resignarse si no de estar a gusto con lo que se tiene e ir hacia todo lo que la vida nos puede ofrecer", explica.

En definitiva, hablamos de una actitud ante la vida en unos momentos en los que, reflexiona el autor, "ser optimista es una cierta obligación ética", aunque entendida como "una actitud vital positiva y responsable". "En la vida hay problemas y cado uno trata de superarlo y de salir adelante porque lo importante no es lo que te pasa, sino cómo te enfrentas a ello".

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