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Taibo, en primer término con su libro, junto a Ángel de la Calle, director de la Semana Negra.
«No queda nada por investigar de la revolución de 1934»

«No queda nada por investigar de la revolución de 1934»

Paco Ignacio Taibo. El escritor presentó la reedición de 'Asturias. Octubre 1934' en la Semana Negra, su hogar

PPLL

Jueves, 10 de julio 2014, 00:33

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En octubre de 1934, Asturias vivió su gran revolución. Este año se cumple el 80º aniversario y para recordarlo, Paco Ignacio Taibo reedita 'Asturias. Octubre 1934', la obra en la que recogió qué ocurrió aquel conflicitvo año a través del testimonio de muchos de sus protagonistas, y que publicó por primera vez hace ahora más de treinta años. El escritor presentó ayer el nuevo libro en la Semana Negra, la que fue y sigue siendo su casa, en compañía de Ángel de la Calle, director de contenidos del festival.

El objetivo de la reedición de la obra es conseguir «que el pasado no se aleje porque ¿cómo vamos a construir el futuro si no sabemos reajustar nuestra relación con el pasado?», explicó. Para lograrlo, ha optado por cambiar la forma de contar los hechos. «La primera edición estaba pensada en forma de fascículos más que como libro de texto continuo. La opción ha sido releer el contenido e integrar las declaraciones de testigos y los datos en la narrativa», explicó Taibo, señalando que la esencia se mantiene en el nuevo trabajo.

«Al releerla, me di cuenta que ésta era en gran medida la historia de la revolución de mis abuelos y recordé algunos de los testimonios que más me marcaron, como los de Pura Tomás, hija de Belarmino, quien participó en la revolución teniendo quince años, o la de Florentino Fonseca, de La Felguera», explicó, remarcando la figura de Javier Bueno, director de 'Avance' como artífice «de aquel periodismo, arte supremo de las letras».

'Asturias. Octubre 1934' mantiene el equilibro entre la información dada del periodo revolucionario y la de los años inmediantemente anteriores y posteriores a ella. «Pensé que en treinta años podría encontrar nuevas fuentes con las que ampliar la información, pero no fue así, porque ya no queda nada por investigar», afirmó el autor.

La adaptación ha llegado al mismo tiempo a los mercados español y mexicano, una de sus grandes pretensiones. Con el libro, «me daría de saltos si logro que los lectores compartan conmigo el orgullo de ser asturiano», aseguró.

La Semana Negra que Taibo creó y vió crecer, aquélla cuya dirección dejó hace ahora dos años, fue el espacio para presentar su obra. «Esto de ser artista invitado está muy bien. El trabajo de organizador es tremendo y, en cambio, ahora llego y mi labor es ver a los colegas, conversar y participar en tres o cuatro actos. Tengo muy claro mi papel: soy un ojo crítico pero fraternal», afirmó.

A falta del cuatro días para que termine esta edición, Taibo tiene ya la maleta llena de libros de la tierra, imposibles de conseguir en México en los tiempos actuales en los que la distribución «es una mierda». Somoza, Mateo Sagasta o el francés Rutés, entre otros, despertaron su interés pues, aunque amigos, no sabía en qué títulos estaban trabajando últimamente. Ellos, el gran desembarco de autores argentinos y la exposición de José Muñoz son las recomendaciones que Taibo hace al público que vaya a visitar la Semana Negra, una cita que define como «el único punto de unión entre autores europeos y latinos».

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