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Benjamín Prado, en Verines.
«La literatura es conversación   y leer es escuchar por escrito»

«La literatura es conversación y leer es escuchar por escrito»

El autor madrileño, invitado a los Encuentros de Verines recuerda que «los 'emoticonos' ya estaban en los jeroglíficos egipcios»

ALBERTO PIQUERO

Sábado, 20 de septiembre 2014, 00:42

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Benjamín Prado (Madrid, 1961), poeta, novelista y ensayista (en los tres géneros ha sido galardonado con premios tan significativos como el Hiperión, Andalucía u Ortega Y Gasset) ha sido uno de los invitados a la trigésima edición de los 'Encuentros de Verines', que ayer se clausuraron. También ha colaborado con Joaquín Sabina en el disco 'Vinagre y rosas' y en algunas canciones de Coque Malla.

Su primera novela llevaba por título 'Raro'. ¿Se refería a usted mismo?

Uno es muchas personas a lo largo de la vida. En aquella época era raro, vivía por la noche y dormía por el día. Pero en el título hay también la arrogancia de la juventud, la rareza entendida como originalidad, la aspiración de ser distinto.

¿Cuál es su idea actual de la literatura?

La entiendo como una conversación, que se inicia cuando alguien tiene cosas que contar y se completa por quien le atiende. Leer es escuchar por escrito.

¿Es el mismo impulso el que le lleva a la poesía, la narrativa o el ensayo?

De algún modo, sí. Es la necesidad inaplazable de escribir, de opinar, de crear cosas. Tal vez influya el que mi padre fuera de Navia, por aquello de la estatua que allí tiene Campoamor (bromea)... La literatura que me interesa es la que mezcla géneros. Que en la poesía haya gotitas de canción; en la narrativa, algo de poesía -no hablo de novela poética, que eso es un horror-... Me siento incapaz de escribir una novela que sólo sea novela, que no incorpore otras densidades, aforismos, pensamientos...

En estas jornadas de los Encuentros de Verines están dialogando en torno a las formas breves en la literatura actual. ¿Se pueden incluir ahí las canciones de la cultura pop?

De las canciones me sorprende el efecto que causan en las multitudes, ese golpe directo sobre la gente que no gana por asaltos, sino que noquea. Generalmente, se entiende que son de inferior categoría a la poesía, pero es fabulosa esa emoción que logran. Hablo, claro, de Sabina, de Serrat, de Dylan o de Patti Smith, no de 'Operación Triunfo'.

¿Cómo se escriben canciones a cuatro manos, o sea, firmadas por dos compositores, que es el caso de 'Vinagre y rosas', donde rubrican Sabina y usted?

Se escriben con mucha complicidad, con mucho respeto por el otro y no teniéndole ningún respeto... Ese respeto y esa falta de respeto, o sea, confianza, que se tiene con los amigos. En realidad, el autor final es un tercer hombre, que es la suma de los dos. Eso es lo divertido.

Aludir a 'formas breves' de la escritura nos traslada por otro lado a las redes sociales internáuticas. ¿Qué opinión le merecen?

Todas las épocas creen haber descubierto la rueda. Los aforismos ya estaban en los clásicos, en Catulo, en Marcial. Los 'emoticonos' reproducen los jeroglíficos egipcios. Internet es un jardín zoológico, con ventajas e inconvenientes , una pizarra global que acoge muchas tonterías y también genialidades. Pero no creamos que en otro tiempo era diferente. Junto a la generación del 27, Cernuda o García Lorca, también existió Ernestina de Champourcín... Poniendo un ejemplo, sin twitter yo no hubiera descubierto a una escritora, Elvira Sastre, a quien le prologué su primer libro de poesía, 'Baluarte'.

¿El peligro puede estar en una cierta banalización por exceso de mensajería y escasa selectividad?

Bueno, es verdad que entre nosotros no abunda la literatura de humor y, sin embargo, proliferan los graciosos... Graciosos irritantes... No obstante, pienso que lo que tiene valor es lo que acaba perdurando. Y el valor literario consiste en expresar algo que no se había dicho previamente o no se había dicho así, y en resumir la sustancia de un tiempo.

¿Las tertulias televisivas, en alguna de las cuales participa, pertenecen al género minimalista...?

Podría decirse que al género animalista, según el carácter de algunos de los tertulianos... En mi caso, me permiten desahogar opiniones, y así evito contagiar las novelas, que han de evitar precisamente esas subjetividades.

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