Juan José Tuñón: «Covadonga es el lugar al que siempre volvemos»

El Centro Asturiano de Madrid, que dirige Valentín Martínez-Otero, volvió a convertirse ayer en centro neurálgico de la asturianía en la capital del país. El motivo era la presentación del libro 'Asturias, Covadonga y su entorno natural. La historia en el tiempo', una extensa y poliédrica aproximación al Santuario y la comarca en la que está enclavado, a la sombra de los Picos de Europa. El abad de Covadonga, Juan José Tuñón Escalada, uno de los que prestó su verbo a esta guía, habló sobre la importancia de presentar el libro en Madrid porque «el Centro Asturiano es una institución, nacida en 1881, que acoge a muchos asturianos que están muy vinculados con Covadonga. Madrid siempre mira a Covadonga con un cariño especial y en el Santuario estamos sorprendidos de la cantidad de gente que Madrid que viene. Todos los asturianos que viven fuera, cuando vuelven a Asturias, visitan Covadonga. Es como el lugar al que siempre volvemos todos». Destacó también la oportunidad de presentar un libro sobre Covadonga de cara a «la gran cita de 2018, cuando se cumplen trece siglos de la batalla de Covadonga, el centenario de la Coronación Canónica de la Santina -año en el que se compone el himno a la Virgen-, y los cien años de la declaración del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, hoy de los Picos de Europa», dijo ante más de medio centenar de invitados. Y habló también del aspecto colaborativo de la obra, «una muestra de que Covadonga es algo que nos une».

Le acompañaron, entre otros representantes religiosos, empresariales y políticos, Isabel Martínez, de la Institución Teresiana, el exministro Gustavo Suárez Pertierra y el alcalde de Cangas de Onís, que repasó la riqueza de su concejo y destacó «la mirada poética que que contribuye a interpretar los lugares que se presentan» en la guía. El periodista José Manuel Diego Carcedo habló no solo de Covadonga, sino de toda la comarca oriental. «He viajado por cien países y nunca conocí un lugar donde coincidiesen tantas cosas bonitas en tan poco espacio. A Covadonga debería prestársele mayor atención», concluyó.