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Jueves, 14 de julio 2016, 00:22
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L. BARRERO. «Todo comenzó por una apuesta con mi hija pequeña. 'Nunca acabas nada', me decía», contaba Ian Manook. El francés presentó ayer 'Yeruldelgger. Muertos en la estepa', una novela ambientada en Mongolia, un país rico en tradiciones que se pierden y al que el presente no acaba de llegar. La novela de Mannook narra un ambiente lleno de «elementos inesperados». Lo más peculiar de su libro «es el personaje principal, Yeruldelgger. Nadie sabe pronunciarlo bien, hay muchos chistes con esto», bromeaba.
A la hora de ponerse a escribir, el autor se deja llevar: «No tengo un plan fijo, me baso en mis recuerdos, no me documento, escribo del tirón y después, en la relectura, voy marcando en rojo y decido si investigo más o me quedo con lo que vi».
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