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Miguel Rojo, Juan Manuel de Prada, Luis Rubio y Alberto Piquero, durante la presentación celebrada ayer en la Colegiata.
Juan Manuel de Prada: «En literatura todo  lo que no es autobiografía es plagio»

Juan Manuel de Prada: «En literatura todo lo que no es autobiografía es plagio»

El escritor desveló las claves de su última novela, 'Mirlo blanco, cisne negro', ante el numeroso público que se congregó en la Colegiata de San Juan Bautista

P. A. MARÍN ESTRADA

Miércoles, 14 de diciembre 2016, 00:29

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«La creación de tramas y personajes es semejante a lo que ocurre en los sueños: tomamos elementos reales de aquí y de allá, mezclándolos con otros de ficción», manifestó el escritor Juan Manuel de Prada ayer en Gijón durante la presentación de su última novela, 'Mirlo blanco, cisne negro', una historia repleta de guiños a la vida literaria española de las últimas décadas y sobre todo al oficio de escritor. El acto, organizado por el Ateneo Jovellanos y el Aula de Cultura de EL COMERCIO, contó con la presencia del jefe de la sección de Cultura del diario, Miguel Rojo, y el colaborador del mismo Alberto Piquero, quienes centraron buena parte de sus preguntas al autor en el juego de máscaras y espejos que desarrolla su libro.

En la presentación, Luis Rubio Bardón, vicepresidente del Ateneo, recordó los elogios con los que fue celebrada la obra del escritor en sus comienzos, cuando algunos críticos veían en él la esperanza blanca de la nueva literatura española: «Hace tiempo que ha dejado de ser esa promesa para convertirse en una sólida realidad». Precisamente a los inicios literarios de De Prada estuvo dedicada la primera cuestión que le planteó Piquero, evocando la Zamora de su infancia. «En mi familia no había tradición lectora, tampoco en mi abuelo que curiosamente fue quien me llevaba a la biblioteca pública y que me enseñó a leer y escribir», recordó el novelista, quien llegó a la escuela con esa aptitud ya adquirida: «Supongo que eso iba a marcar toda mi vida y mi carácter». En ese sentido, «soy el caso perdido de alguien que siempre tuvo vocación de escritor», reconoció.

Su nueva novela narra la iniciación en el mundo literario de un joven escritor, Alejandro Ballesteros, de la mano de un autor ya consagrado, Octavio Saldaña. Dos personajes en los que muchos han visto un trasunto del propio Juan Manuel de Prada y de Francisco Umbral. A preguntas de Alberto Piquero, el autor de 'Mirlo blanco, cisne negro', se mostró reticente a aceptar esa posibilidad. «Trabajo con materiales de mi propia vida y creo como González Ruano que en literatura todo lo que no es autobiografía es plagio, la respuesta es no si se plantea que Saldaña es Umbral, tiene algún rasgo suyo, pero también de Cela y otros maestros a los que conocí y rasgos totalmente ficticios».

Sobre la cuestión volvió a insistir Miguel Rojo en su turno, cambiando la formulación de la pregunta: «¿Cuánto de Prada hay en la novela y cuánto de posible venganza hacia el mundillo literario?». El narrador afirmó que «la lectura en clave de esta historia puede conducir a conclusiones erróneas, incluso disparatadas, los posibles retratos cáusticos que se trazan en ella de otros tantos personajes más que a un ajuste de cuentas con seres reales, busca desmitificar a los escritores como seres dotados de una aureola misteriosa y llena de glamour, vanidosos sin sentido porque este oficio tiene muy poco brillo».

Sí reconoció Juan Manuel de Prada la intención crítica hacia una época, coincidente con la de sus inicios literarios, en la que «se hacía cierto periodismo cultural que favorecía los intereses mercantiles del grupo en el que publicaban los autores». Hoy no ha mejorado la situación, a juicio del escritor, ya que «las editoriales apuestan por libros que no son literatura, pero son vendibles».

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