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Participantes y protagonistas del recital.
Poesía y música caldearon la fría tarde  en el Ateneo Jovellanos

Poesía y música caldearon la fría tarde en el Ateneo Jovellanos

Joaquín de la Buelga y Rodrigo Alperi interpretaron la última obra poética de Fernando A. Balbuena, 'Nubes y claros'

ALBERTO PIQUERO

Viernes, 13 de enero 2017, 00:09

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Unas decenas de 'valientes' -como los definió de modo atinado Fernando Álvarez Balbuena- acudieron en la tormentosa y fría tarde gijonesa al Ateneo Jovellanos, para ponerle al mal tiempo la buena recepción de música y poesía. Y aplaudir de modo caluroso el recital que se les ofreció.

La cita estaba convocada por la Caravana del Verso y el motivo fue el último poemario del propio Fernando Álvarez Balbuena, 'Claros y nubes' -tercero de su creación tras 'Marea interior' y 'Ecos de ayer'-. Hubo en la velada más claros que nubes.

Hizo la presentación general el vicepresidente del Ateneo Jovellanos, Luis Rubio Bardón, quien elogió la tarea de difusión poética de la Caravana del Verso desde hace nueve años, fundada por Joaquín de la Buelga, y las muchas virtudes del autor del libro, doctor en Ciencias Políticas, licenciado en Derecho, diplomado en Óptica, miembro del RIDEA y asimismo vicepresidente, como Rubio Bardón, del Ateneo Jovellanos. «Sólo le falta ser mozo de espadas de Morante de la Puebla», bromeó.

Por su parte, Joaquín de la Buelga definió a Álvarez Balbuena -el cual se consideró en su intervención «versificador, que no poeta»- al modo de «un modelo de hombre renacentista». Y destacó su dominio del soneto, «género que algunos consideran menor, aunque haya sido frecuentado por Petrarca, el Marqués de Santillana o Lope de Vega». No quiso el aludido dejar de emitir un juicio crítico acerca de la poesía moderna, que a su entender «se está prostituyendo», en dirección contraria a sus versos donde escribe que «no te quiero sin ropa ni indigente».

A continuación se desplegó el recital poético, intercalando dramatizaciones de Joaquín de la Buelga, acompañadas por una selección musical sincronizada en ordenador, y las adaptaciones que ha hecho a la guitarra el jovencísimo Rodrigo Alperi, interpretadas en directo. Uno de los poemas recordó a quien fuera miembro sobresaliente de la Caravana del Verso, Felipe Prieto, fallecido en 2015, siendo el resto del mosaico de amplio abanico, del amor y el desamor a un 'Tríptico de la vida' o dolientes cantos a la emigración.

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