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Arriba, retrato anónimo de John Donne que ilustra la portada del libro. Debajo, el profesor José Benito Álvarez-Buylla y la portada del libro. Al lado, uno de los poemas traducidos por el asturiano.
La pasión por  John Donne  de José Benito Álvarez-Buylla

La pasión por John Donne de José Benito Álvarez-Buylla

La recuperación de estas traducciones inéditas de los años 70 del siglo pasado permite poner en valor la figura injustamente olvidada del profesor de la Universidad de Oviedo

P. A. MARÍN ESTRADA

Domingo, 5 de marzo 2017, 01:09

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«Solo muere lo desigual mezclado;/ Si nuestro amor es uno, y de igual grado/ Nos amamos, jamás será fallido lo acabado», así suenan en castellano los versos de John Donne -el poeta más importante del barroco inglés- en la voz de José Benito Álvarez-Buylla (1916-1981). La editorial ovetense Saltadera acaba de recuperar, bajo el título 'Sonetos y canciones', las versiones que el profesor de Literatura Inglesa de la Universidad de Oviedo fue pergeñando a lo largo de varios años y que permanecían inéditas hasta ahora. Una traducción 'ejemplar', en palabras del prologuista del volumen, el escritor y profesor de la Universidad de Iowa Martín López-Vega, ya que «consigue que leamos a John Donne como si él mismo hubiera escrito estos versos en castellano. Mejor aún: como si los hubiera escrito en castellano anteayer, y no hace siglos». Mañana se presenta el libro en el Antiguo Instituto de Gijón (19.30 horas).

Una de las pocas personas que siguieron de cerca el trabajo de traducción de Álvarez-Buylla y que mejor lo conocieron, el profesor ya jubilado de la Universidad de Oviedo José Luis Caramés, recuerda el rigor con el que llevaba su cometido sin desdeñar las sugerencias de su joven discípulo. «A veces, en su despacho, discutíamos acerca de alguna palabra o algún giro que yo me atrevía a señalarle, recién llegado de Inglaterra -donde había pasado cinco años- y con el idioma fresco..., las tomaba en cuenta aunque fuese para rebatirlas, porque naturalmente él sabía muchísimo más».

Su antiguo discípulo define a don José Benito (como lo sigue llamando) con dos términos: «intelectual y apasionado», un carácter que lo emparenta con el propio John Donne: «Que así es en su poesía, como lo fue en su vida: intelectual y apasionado», afirma Caramés. Otro de los rasgos de la personalidad de quien, entre otros méritos, tiene el de haber introducido los estudios de Filología Inglesa en la universidad asturiana o de haber recuperado la Extensión Universitaria (que había fundado su abuelo Adolfo Buylla), lo representaba su amor por lo popular: fue un gran entusiasta de la canción asturiana -a la que dedicaría un sugerente estudio musicológico- y un «sportinguista terrible, no sé perdía un partido y el lunes en la facultad me 'machacaba' con el resultado», rememora con humor José Luis Caramés. De su devoción por la cultura popular asturiana y por la propia Asturias son una buena muestra dos de los poemas que escribió en nuestra llingua: «Como tú yes (Himnu a la xuventú d'Asturies)' o 'Tedium vitae', que popularizara el grupo Nuberu.

Además del temperamento intelectual y apasionado, el profesor Álvarez-Buylla compartía con el poeta John Donne el dudoso privilegio de haber estado en la cárcel. El inglés, por haberse casado en secreto, sin el consentimiento del padre de la novia, y no por mucho tiempo. Muy distintas fueron las razones que llevaron a don José Benito a prisión. En julio de 1936 regresa de Londres, donde estaba estudiando, para pasar el verano en Asturias. Lo hace por Galicia, en donde el golpe militar había triunfado y donde lo detienen, lo identifican como republicano y lo encarcelan en el monasterio de San Rosendo en Celanova.

En el convento transformado en cárcel ocurrirá un episodio que su antiguo discípulo Caramés evoca con emoción «tal como lo escuché en su casa» y que a su juicio define la calidad humana del viejo profesor. Allí compartía celda con un muchacho del pueblo, un universitario detenido por pertenecer a las Mocedades Galeguistas y condenado a muerte. Se llamaba Celso Emilio Ferreiro y llegaría a ser uno de los poetas más notables de las letras gallegas. En aquellos días -sobre los que escribiría su 'Longa noite de pedra'- era un prisionero sentenciado, que a pesar de su juventud, había enfermado gravemente durante su estancia en el convento. Una noche se abrió la celda y llamaron a Celso Emilio Ferreiro. José Benito Álvarez-Buylla dio un paso al frente: «Soy yo».

De los tres años que pasó en la cárcel dejó escrito un emocionante libro de versos, inédito hasta fechas recientes: 'Celda 42' . Doctor en Derecho por la Universidad Central de Madrid y en Filosofía y Letras por la de Oviedo, aquel joven 'sobradamente preparado' no tuvo muchas oportunidades de desarrollar una carrera académica y docente con brillo en un país donde no era más que un expreso republicano, un desafecto. Finalmente encontró su acomodo y un lugar en el que poder desarrollar sus proyectos intelectuales en la Universidad de Oviedo como profesor de Literatura Inglesa. En su despacho de la antigua facultad de Filosofía y Letras en la plaza de Feijoo se reencontró con un viejo amigo: el poeta John Donne. El fruto de ese apasionante diálogo entre el inglés y el asturiano son estos 'Sonetos y canciones'(Saltadera, 2017), que la justicia póstuma -poética, en definitiva- ponen hoy en nuestras manos para disfrutarlos.

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