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Marchamalo lee su obra.
Los azares, las magias y las casualidades de Cortázar se dibujan en un cómic

Los azares, las magias y las casualidades de Cortázar se dibujan en un cómic

Jesús Marchamalo y Marc Torices componen una biografía deslumbrante del escritor en una rayuela seductora

Javier Bragado

Sábado, 15 de abril 2017, 00:21

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Ser castellanolector supone un privilegio: poder disfrutar de cada discurso de la obra de Julio Cortázar. Ahora, gracias a Jesús Marchamalo y a Marc Torices, la vista se ha incorporado para disfrutar al genio de alma argentina gracias al sugerente cómic 'Cortázar' (Nórdica). El escritor y el dibujante se contagiaron de su homenajeado para firmar un poliédrico relato de la intensa y variada vida del ciudadano del mundo que legó 'Rayuela' o 'Historias de cronopios y famas'.

El acercamiento al escritor nacido en Bruselas une al guionista y dibujante en un baile que evita caer en la rutina de las narraciones de vidas. «Detesto esas biografías que empiezan por el principio, por el nacimiento; porque siempre te da la impresión de que vas a tardar mucho en llegar a la parte más interesante», avisa el guionista Marchamalo. «Aun habiendo un hilván cronológico que va explicando el personaje de una manera más o menos ordenada no se empieza con el nacimiento sino con otra cosa que nos habla de ese mundo de azares, magias y casualidades que Cortázar siempre reivindicaba», reconoce orgulloso. No hace falta avanzar demasiado para asentir porque desde las primeras viñetas se acompañan un texto y unas imágenes que entroncan con los relatos del argentino hasta el punto de seducir como la ficción de su obra.

Los diferentes capítulos de 'Cortázar' presentan un inusual retablo de anécdotas, vivencias y trayectos que retratan al escritor. La mano de Torices se revela brillante y camaleónica. Cada pasar de páginas contiene una sorpresa para descubrir cómo resolverá los desafíos. «Como cada capítulo es tan cambiante y hace referencia a un mundo tan distinto, es muy dinámico. Ya estoy medio acostumbrado por trabajo a adaptarme al estilo que toca y aquí era 'ya que puedo tener versatilidad relativa'... aproveché. También es más divertido para el dibujante hacerlo así. No te aburres», señala Torices por teléfono desde Barcelona. Son las casualidades de Cortázar.

La mano de Marchamalo presenta el resultado de quien se documentó sobre el autor y despejó el camino para retratar con sencillez a quien considera a uno de sus mentores en las librerías. «Es uno de los grandes, uno de los referentes de mi generación. Los que en algún momento de jóvenes queríamos escribir nos fijábamos en Cortázar. Era una leyenda. Aparentaba ser mucho más joven de lo que era porque tenía un problema que le impedía envejecer, es maravilloso enfrentarse a alguien así. Era un tipo alto, desgarbado, prodigioso en su literatura que vivía en París y viajaba por todo el mundo. Para muchos de nosotros proyectaba la imagen del escritor que queríamos ser», desgrana Marchamalo con la biografía en su regazo.

Cortázar recorrió Occidente mientras los acontecimientos se peleaban por alcanzarle y el lector del cómic se sumerge en cada experiencia con los distintos ambientes suministrados por los lápices de Torices y las elecciones de Marchamalo. De paisajes coloridos al blanco y negro, de grandes páginas a un combate de boxeo en un particular diorama, de las páginas avejentadas de la revolución cubana a las figuras apaisadas del ranchito francés al borde del retiro se compone una rayuela de colores, formas y palabras. Mil ilustraciones y textos comparten 224 páginas para que el guionista y el ilustrador se turnen como narradores. «Creo que este dúo que hemos montado tiene mucha singularidades. Marc Torices tiene 29 años menos que yo y aporta una mirada de una generación totalmente distinta», sostiene el escritor sobre la relación creada entre Madrid y Barcelona para alumbrar la novela gráfica. Son los azares de Cortázar.

Sorpresas

La no ficción desfila con las relaciones de Cortázar con sus tres mujeres y las plumas amigas que sobresalieron en su época. Pero la fantasía también tiene un recuadro invitado en el cómic. Cortázar se mimetiza con sus pensamientos y sensaciones mientras el lector puede descubrir con el escritor aquel momento en que llegaron a su mente los nuevos conceptos de 'croponio' y 'fama'. «En varias entrevistas habla de que veía como unos globos verdes. Lo hice un poco más como misterioso porque creo que los veía como globos muy simpáticos y eso habla de la simpatía del personaje. Creo que tiene un punto de más de trascendencia, como si estuviera viendo a Dios casi», explica el dibujante. Son las magias de Cortázar.

En medio de la danza se ofrecen pausas al lector en forma de espacios sin dibujo ni viñetas. «Eso es por temas de ritmos. Tengo como la superstición de que allí donde hay espacio en blanco es que hay como más tiempo, una pausa de alguna manera. Intento incorporarlo en el ritmo de lectura», señala el dibujante. «Está todo el libro lleno de sorpresas. Habla no sólo de su vida sino de su modo de entender el mundo, de sus manías. Va creando una especie de relato que creo que es agradable y muy sorprendente sobre todo porque nunca sabes lo que va a pasar. Terminas un capítulo y es estupendo enfrentarse a esa sorpresa en la siguiente página», completa Marchamalo. La seducción de lo inesperado en una biografía logra pasar a formar parte de la herencia del homenajeado en una obra enriquecida con guiños y retruécanos visuales y textuales que obligarán a releer varias veces 'Cortázar' a seguidores del escritor y a los amantes del arte secuencial. Para ello han contado con los azares, magias y casualidades.

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