Los seis meses de «lucha contra el tiempo» del escritor Ovidio Parades

Dentro de la extensa -e intensa- programación que el Aula de Cultura de EL COMERCIO ha perfilado para estas fechas que custodian el Día del Libro, ayer se presentó en La Buena Letra, de Gijón -que se llenó-, la última obra de Ovidio Parades (Oviedo, 1971), que en esta ocasión ha elegido el género del dietario para escribir 'Los días raros'. Aunque ya rondó ese modelo literario en sus primeros libros - 'El extraño viaje', 'Ventanas compartidas' y 'Vivir en los cafés'-, ahora toma forma definitiva para este autor que también ha firmado dos novelas excelentes, 'El tiempo que vendrá' (2012) y 'La mujer de al lado' (2014), además de un volumen de relatos, 'Corrientes de amor' (2015).

De 'Los días raros', en torno al cual conversó en la tarde de ayer con el periodista César Inclán, había anticipado que responde a un propósito preciso: «Escribo para que mi madre lea lo que escribo. Quiero que su retrato quede fijado aquí, en este diario». Sabiendo que su progenitora, Nuria, padece una enfermedad degenerativa, asimismo ha hecho constar que «escribo este diario contra el tiempo. Soy consciente de ello». En ese sentido, abundó durante el diálogo que pautó César Inclán: «Luchamos permanentemente contra el tiempo, que pasa para nosotros y para nuestros padres». Pero, con todo, una de las citas del libro, de Grace Paley, es una declaración vital: «Todos los días se conoce a una persona nueva, una puesta de sol nueva. Todos los días pasan cosas hermosas». No negó que en 'Los días raros' haya en cierto modo una huida de la muerte, pero matizó que «sin llegar al histrionismo de Woody Allen». Porque «no debemos dejarnos llevar por el dramatismo, aunque haya hechos muy dramáticos», acotó, ampliando la reflexión: «Vivimos cosas tremendas, terribles, pero debemos dejar una puerta abierta para que entre un poco de aire y no asfixiarnos». A partir de ahí, quedan reflejados seis meses de la vida, pensamientos y sentimientos de Ovidio Parades -del 1 de enero al 13 de junio de 2016-, bien que haya querido que el papel protagonista lo ocupe en esas páginas quien le dio la vida, Nuria. La fecha de finalización del diario, comentó, «coincide con su cumpleaños».

Por los capítulos, junto a lo que llamó «literatura de la vida cotidiana», que incluye los largos años en los que ha padecido una depresión, el planeta de sus atenciones, el teatro, el cine y, principalmente, la literatura de los libros. «Hay mucha literatura porque en mi vida está siempre presente».

Finalzó leyendo el poema 'Aniversario', que dedica a su marido, Íñigo, confesión de amor que rubricaron los aplausos del público.