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Ana Cano posa en la sede de la Academia.
«La oficialidad  no soluciona todo, pero sin ella  no vamos a ninguna parte»

«La oficialidad no soluciona todo, pero sin ella no vamos a ninguna parte»

«Las mujeres y el Premio de Literatura son los protagonistas de este Día de les Lletres y no quiero que ningún otro asunto lo ensombrezca»

PABLO A.MARÍN ESTRADA

Domingo, 30 de abril 2017, 00:46

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A pocos días del acto institucional con el que la Academia de la Llingua celebra cada primer viernes de mayo les Lletres, su presidenta ultima el discurso que pronunciará en el Teatro Campoamor y de su contenido adelanta que tendrá un carácter excepcional. Ana Cano manifiesta su deseo de que asuntos como los que han enfrentado a la institución lingüística con la Consejería de Cultura no distraigan el verdadero protagonismo de una celebración en la que se homenajeará a las mujeres y se entregará por primera vez el Premiu Nacional de Lliteratura.

Es ya costumbre que el Día de les Lletres la Academia haga balance de la situación lingüística en el último año ¿Sobre qué ejes va articularse el acto del Campoamor en esta ocasión?

Efectivamente, es tradicional que en el acto institucional se haga un repaso a la política lingüística desde el pasado Día de les Lletres. Este año va a ser un poco excepcional. No se acoge como en anteriores ediciones a nuevos académicos y queremos centrarlo en dos hechos y que nada nos distraiga de ellos. Podríamos hacerlo con una crítica a la situación en la que estuvo y está todavía la Academia, pero en esta ocasión no queremos que nada ensombrezca los objetivos del Día de les Lletres de 2017.

Luego hablaremos de esa situación, ¿qué objetivos serían?

Por un lado está la entrega del primer Premiu Nacional de Lliteratura y de otro rendir un homenaje a la mujer asturiana. Simbólicamente para la lengua y cultura de este país como para la propia institución son dos hechos importantísimos. En cuanto al primero: la Academia siempre ha sido consciente del valor de la literatura asturiana en el proceso de recuperación de la lengua. Nos faltaba que ese reconocimiento fuera público, por la repercusión social que puede tener, a los escritores representados por uno de ellos. No se premia una obra, sino toda una trayectoria literaria en lengua asturiana. En este caso la de Xuan Bello, de acuerdo a la resolución del jurado.

Y el homenaje a las mujeres...

La mujer jugó y juega un papel muy importante en la transmisión intergeneracional de la lengua, a través de la educación de los hijos, y la lengua nos sirve para ver el mundo y la realidad de una manera determinada. Queremos reconocer ese papel y será el otro objetivo central de Les Lletres: desde el propio cartel anunciador a la actuación del grupo Muyeres, un ejemplo de la labor de la mujer en la recuperación de la cultura tradicional, pasando por el número especial de la revista 'Lliteratura' dedicado íntegramente a mujeres.

¿Cuál cree que ha sido su aportación más destacada en este último campo?

Importantísima. La mujer transmite la lengua, pero su papel no se agota ahí, tenemos escritoras desde el primer momento: Xosefa Xovellanos en el XVIII y la primera novela en asturiano la escribe otra mujer, María Xosefa Canellada. La presencia de autoras en nuestra lengua en el XIX y el XX es fundamental. Como lo ha sido más allá del ámbito literario, en la lucha por las libertades, el movimiento de recuperación lingüística o en el ámbito de la investigación académica. En circunstancias difíciles la mujer supo asumir su responsabilidad sin pararse ante las posibles consecuencias negativas que esto le podría suponer y tirar hacia adelante. Ése es el sentido de nuestro homenaje. Y no queremos que nada nos distraiga de eso.

No quiere restar protagonismo a estos objetivos para poner sobre la mesa otros asuntos, pero lo cierto es que algunos sí han inquietado a la Academia en los últimos meses... ¿Están solucionados?

Teníamos indicios de que el problema se iba a solucionar y finalmente el viernes se solucionó. Esto significa que vamos a seguir en el local actual y seguiremos recibiendo el presupuesto por una transferencia corriente como venía sucediendo hasta ahora. El viernes finalmente se hizo dicha transferencia y eso nos permitiría que el presupuesto de los cuatro primeros meses del año lo tengamos disponible. Hasta ahora no lo estaba. El personal de la Academia lleva dos meses sin cobrar y los dos primeros meses los cobró por el remanente que teníamos del año pasado. No quisiera que éste fuera el titular para que no se desvirtúe el Día de les Lletres, pero esa es la situación. Teníamos la promesa de que se iba a solucionar.

Otra de sus inquietudes era el estatus de la propia Academia con respecto a la Administración.

No vamos a permitir que la Academia de la Llingua se transforme en una sociedad privada de ninguna de las maneras. En este asunto hay la promesa de que esto se va a solucionar legalmente y que quedaríamos tal como estábamos.

¿Esperaba tener estos problemas con un consejero sensible a la cuestión lingüística e incluso miembro de la Academia?

Si la pretensión es acabar con la Academia me da igual que sea por una política hecha desde arriba o por la incompetencia de quienes están más abajo, porque el resultado es el mismo. Quiero hechos y para eso me resulta indiferente que quien esté al frente de la Consejería o del Gobierno sea partidario de la lengua asturiana o esté en contra. Podría poner ejemplos muy ilustrativos de lo uno y lo otro. Es un asunto de la capacidad que se tenga de gestionar, de lo que creas en las cosas y de lo que estés dispuesto a arriesgar.

¿La oficialidad evitaría estas diferencias de voluntad política?

La oficialidad no va a solucionar todos los problemas de la lengua asturiana ni a garantizar su supervivencia, pero sin ella no vamos a ningún sitio. Lo que no tiene nombre no existe, es decir si no hay un reconocimiento legal de la lengua, no existe. La situación en la enseñanza, el reconocimiento para el profesorado, la especialidad, etc. son problemas que se habrían evitado con la oficialidad. Si no hay un marco legal que respalde, lo que queda es dar un 'pasín', que cuesta muchísimo trabajo, en cuanto te descuides das otro pasín para adelante y veintiocho para atrás: dependes siempre de la voluntad o de la capacidad de las personas que dirigen la cuestión.

De aquí a un año ¿cómo le gustaría celebrar les Lletres de 2018?

Me encantaría celebrar que tenemos un decreto de especialidades y que tenemos ya reconocida la especialidad para los enseñantes. Es algo fácil de conseguir si el gobierno tiene 'enfotu' en ello. Otro asunto para celebrar: que la Academia estuviese reconocida como institución del Principado de manera definitiva. Y naturalmente que se fuese pensando ya en el tema de la oficialidad.

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