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La presentación del espectáculo creó ayer gran expectación en el paseo de Begoña.
Energía sobre las tablas

Energía sobre las tablas

El espectáculo ‘Rhythm in motion’ de la compañía israelí Sheketak se estrena hoy en el Jovellanos con un espectáculo de percusión y danza que estará tres días en cartel

Jessica M. Puga

Jueves, 24 de julio 2014, 00:16

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Es un espectáculo en el que el aburrimiento no tiene cabida, de esos en los que se cumple a la perfección aquello de que si pestañeas te lo pierdes. Así es 'Rhythm in motion', el show que hoy (20.30 horas) se instala en el Teatro Jovellanos hasta el sábado y ante quien responde la compañía israelí Sheketak. El equipo, compuesto por una veintena de personas, hace escala en Gijón este fin de semana; su objetivo es sacar adelante tres funciones en tres días con las que ganarse al público asturiano. El sábado, a la misma hora, se despedirán de Gijón.

Su apuesta toma la multidisciplinariedad como pilar base. Música en directo para la que no existe un palo concreto, acercándose tanto al dance como al hip hop o al break, y acompañada de coreografías imposibles. Todo ello orquestado con una absoluta coordinación en la ejecución y acompañado de grandes dosis de humor y de efectos visuales y lumínicos. Éstas son las señas de identidad del espectáculo de la compañía israelí. Bajo la manga, los componentes traen el secreto que ha hecho que su formación pasara de los cinco integrantes originales a la veintena que la compone hoy en día en menos de dos décadas: el trabajo duro y la constancia. Baile en estado puro, inquietos y con el ritmo musical integrado en su ADN. Así son los chicos de Sheketak, pura adrenalina.

«'Rhythm in motion' es un viaje por diferentes situaciones no necesariamente conectadas, sino solamente unidas por algunas puntas. Por eso nunca se sabe qué pasará a continuación», explicó ayer Danny Rachom, creador junto a Zani Patish de la compañía en el original acto de presentación ofrecido por la compañía frente al coliseo gijonés. «Lo que traemos no es estático, es algo muy vivo; una mezcla de energía constante», explicaron sus creadores, parte también del equipo técnico y artístico de la compañía, casi recién llegados de Madrid, donde presentaron la semana pasada 'Rhythm in motion'.

El cuerpo de baile compuesto por nueve profesionales: Hila Zalil, Smadar Levy, Sivan Gutholtz, Lilach Argov, Nofor Hassan, Ori Meyer y Liron Laniado es la mitad del espectáculo; la otra, le corresponde a los músicos. El teclado y la percusión de David Hasson, los tambores de Aviv Barak y el bajo de Tal Markys serán el telón de fondo de los bailarines. El objetivo de unos y otros es ofrecer un rato divertido y animar al público a participar en los bailes porque aseguran que se sentirán mejor y liberarán adrenalina. Para lograrlo, el equipo tiene por delante 75 minutos -aproximados- de número en los que descansar no está permitido.

La constancia y el trabajo son las señas de identidad de un espectáculo que lleva sobre las tablas más de diez años, desde el 2003. Un tiempo en el que la base del número se ha mantenido pero se ha mejorado la técnica y se ha trabajo en la ejecución al tiempo que se ha aumentado la complejidad. «La base no la hemos cambiado porque sigue siendo aceptado por un público muy variado», explicaron sus creadores.

A veces, la mejor manera de contar en qué consiste un espectáculo es ponerse manos a la obra y mostrarlo en directo. Y eso hicieron ayer, a modo de anticipo, los bailarines de la compañía, acompañados de los creadores. Gracias a ellos, la música reinó ayer en el paseo de Begoña, a la altura del Teatro Jovellanos. Decenas de curiosos fueron testigo de lo que se estaba preparando, y hoy se estrena, en el interior.

Coreografías ensayadas cientos de veces pero improvisadas ayer en mitad de la calle, entre la multitud. Esta fue la mejor manera de explicar qué hacen los chicos de Sheketak cuando las palabras se quedan cortas.

El «venimos con muchas ganas a Gijón» con el que Zani Patish se presentó se hizo patente tras su 'show'. Los integrantes regalaron a los presentes algunos fragmentos de sus bailes fetiche, todos incluidos en 'Rhythm in motion'. Para lograr detener el tiempo en el paseo gijonés, no necesitaron más que su propio cuerpo y algunas baquetas de batería. Solo con ello consiguieron hacer 'magia'. Ellos se convirtieron en el centro de los 'flashes' del centro de Gijón durante los diez minutos de espectáculo. Finalmente, el objetivo se cumplió. No había quien no se acercase a ver qué ocurría, se interesara en por qué esos jóvenes bailaban de semejante manera y se preguntara qué más guardarán los protagonistas del show. La respuesta la guardará desde hoy y hasta el sábado el Teatro Jovellanos. Música y baile en directo para una de las apuestas más multidisciplinares del verano gijonés y apto para toda la familia.

Sobre la tensa situación que vive actualmente su país, Israel, ellos tienen un mensaje. «Nosotros ofrecemos un diálogo entre el arte, el amor y la amistad, sin meternos en cuestiones políticas. Todos somos conscientes de que la guerra es lo peor, pero cada uno de nosotros tiene una percepción concreta de lo que está pasando», concluyó Rachom sin querer entrar en polémicas.

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