Borrar
Miguel Bosé.
Miguel Bosé: «He hecho la banda sonora de muchas generaciones»

Miguel Bosé: «He hecho la banda sonora de muchas generaciones»

El cantante regresa a los escenarios con 'Amo Tour', una gira «bestial» en la que tendrán un gran protagonismo sus canciones de siempre

Gloria Salgado

Domingo, 26 de abril 2015, 07:23

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Ha pasado de los temores inherentes a las relaciones de pareja a los miedos que produce la paternidad. Una situación personal que le ha permitido a Miguel Bosé (Panamá, 1956) confeccionar 'Amo' (Warner Music), su disco más 'Bosé' desde 'Sereno', con el que tiene muchas coincidencias. Y no solo porque para ambos se dejase el pelo largo. «Lo he hecho yo solo en casa, no en los hoteles mientras estoy de gira. Lo he podido hacer con mucho tiempo -dos años- para escribir, componer, distanciarme y reconstruir... y se nota la calidad», asegura, aunque lamenta haberse traicionado de nuevo y volver a hablar «en primera persona».

La 'terapia' empieza en Valencia

  • La terapia de Bosé, que asegura que todos sus males desaparecen sobre los escenarios, está a punto de comenzar. 'Amo Tour' iniciará su andadura en mayo en México y llegará a España el 20 de junio, en la plaza de toros de Valencia. Después será el turno de Las Ventas, en Madrid (25 de junio), el Auditorio Rocío Jurado de Sevilla (27 de junio) y las plazas de toros de Palma de Mallorca (4 de julio), de Murcia (10 de julio) y de Alicante (día 11). En agosto, estará el día 4 en Calella de Palafrugell (Gerona), el 5 en la localidad tarraconense de Cambrils y el 16 en la plaza de toros de Benidorm. En septiembre finalizará la gira en el Palau Sant Jordi de Barcelona (9) y en La Ería de Oviedo (17).

  • «La gira es sagrada desde siempre, trabajo con los mejores equipos del mundo. Los espectáculos los produzco y los dirijo yo porque el único patrimonio que tengo es el de las ideas. Se trata de cribarlas y distribuirlas», asegura el artista, que anuncia que los conciertos van a quedar «colosales, maravillosos, bestiales» gracias a una escenografía impactante y la última tecnología en luz, sonido y vídeo. Además, el cantante se 'abrirá' a sus seguidores para que sean testigos de todo lo que le ha interesado en la vida, desde su niñez hasta el día de hoy. «Se mostrarán elementos de artimética, astronomía, biología marina, mundo animal, vegetal, literatura y mucho más. Todo lo que habrá es una belleza, pura informática y robótica en un escenario que se irá transformando», asevera.

  • Durante dos horas, y acompañado de ocho músicos, cantará sus mayores éxitos y lo mejor de su último disco, 'Amo', el vigésimo de su carrera.

Una introspección que le ha permitido compartir por primera vez en su carrera el estado en el que se está 'Libre ya de amores', como dice su exitoso sencillo, y, por lo tanto, ya no hay temores. Una fase muy necesaria entre una historia de amor que ha terminado y otra que va a empezar. «Es una etapa de la que no se habla, a mí no se me había ocurrido tampoco hablar de eso. Sucedió mientras estaba con unos amigos, reviviendo una historia. «De repente caigo en cuenta de que nada siento. ¡Coño, que estoy libre de amores, libre ya de temores!», apunta el artista. Una canción cuyas estrofas están llenas de una ironía que no empaña la luminosidad y el optimismo del que está contagiado todo el disco, incluso la primera canción protesta de su carrera, 'Sí se puede'. «La he hecho bailable porque para cagarme en los muertos de todos primero hay que sudarlo y luego verlo en frío. Nunca había sido tan explícito, porque somos de quejarnos en la barra del bar pero no hacer nada», señala con desconcierto.

Una dualidad a la que él ha sabido poner orden. «Estuve a punto de dejar la música a principio de los años 80. Tuve una crisis muy grande. Mi vocación estaba clara, hacer esta carrera era lo que más quería del mundo, había encontrado mi lenguaje, mi expresión, mi independencia económica y, por otro lado, estaba sacrificando demasiadas cosas que pertenecían a la normalidad: mi tiempo para hacer mermeladas, mi huerta... En un determinado momento me senté con Miguelón y con Bosé y charlamos. ¿Quién se va? Al final adquirimos un compromiso, fuera de esa valla -señala el jardín que rodea su casa madrileña, en la misma parcela donde sus padres se trasladaron a vivir en los años 50- hay un planeta entero que es todo para Bosé, y desde está valla -mira hacia el interior de su hogar, una suerte de taller de artista plástico ambientado por el trino de los pájaros que residen en su salón- es territorio de Miguel. Ambos se quieren mucho y se hacen compañía, me han educado para eso, a poder ser todo y poder hacer de todo, pero protegiéndote». Por eso su amiga Ángeles González-Sinde dice de él que de su amalgama cultural nació un hombre «que no se casa con nadie y baila con todas».

Ahora, esa división la tiene que hacer entre Madrid y Panamá, donde están viviendo en este momento sus cuatro vástagos. «Cuando nacen mis hijos, estar de gira se convierte en una tortura, me levantaba por las noches en el hotel llorando. Necesitaba aunar el trabajo con la mejor calidad de atención con estos 'bichitos' y no perderme su crecimiento para que no se me parta el corazón. El 85% de mi trabajo está en América, desde Estados Unidos hasta Chile, así que tenía que ser un lugar manejable, empece a ver sitios diferentes y todo me llevaba al mismo continente. Panamá está muy bien conectada, es equidistante de todos los lugares a los que viajo, es como Madrid en España». A la capital de España regresan cuando Bosé no está trabajando.

Un trabajo que en esta ocasión fusiona su pasión por la música dance con su devoción por la literatura y que le vuelve a llevar inevitablemente a América con su gira 'Amo Tour', en la que tendrán un gran protagonismo sus canciones de siempre. «Los discos nuevos los hago por necesidad creativa», asegura con una firmeza lejana a la frustración que se podría suponer para un artista consciente de que sus seguidores le piden los clásicos «porque les pertenecen, porque son suyos. Los cantan ellos y luego se aplauden». Una templanza cincelada gracias a 76 números uno. «He hecho la banda sonora de muchas generaciones y quieren oírla en los conciertos». Ya no volverá a cometer el error de retirar de su repertoio una canción como 'Bandido', algo que osó hacer en su gira 'Velventina'. Un hastío del cantante transformado en el cabreo del respetable, que rodeó a los técnicos al final de uno de los conciertos para exigir la devolución el dinero de la entrada si no salía a cantarla.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios