«Hemos huido de lo que haríamos habitualmente»

Un estudio de grabación en una buhardilla de una casa de campo no podía engendrar cualquier disco. Eso es La Grieta el segundo trabajo de Jero Romero, un disco de una banda juguetona hasta el último minuto y que hoy a las 22.30 sonará en la Sala Sir Laurens de Oviedo.

Otro sonido, otro tipo de composiciones...¿otro Jero?

­Hay cambios voluntarios y otros no. Por ejemplo los que citas: el sonido o la producción están en cierto modo buscados. Con respecto a mí, es todo mucho más sencillo, es todo inconsciente: pasa el tiempo, te suceden cosas, cambias... Pero como lo hace cualquier ser vivo. Como hacemos todos y en todo. Yo eso no lo sé valorar. Creo que sólo me podré analizar con más perspectiva, dentro de años.

­¿Vive en una grieta?

Depende. Una grieta es un símil que me gustaba para describir una manera de ser, un estado de ánimo... Desde que recuerdo, vivo a menudo con las sensación de que algo se ha roto o que está apunto de romperse, pero aguanta. No lo puedo evitar y no suelo tener motivos, pero así lo siento. Me mantiene alerta, aunque no haya nada por lo que alarmarse. Además, dio la casualidad de que durante la grabación apareció una grieta en el techo que iba ensanchando cada día y pasamos algo de miedo. Todo eso me dio la excusa para el título.

¿Sigue viendo ese particular estudio de grabación cuando escucha el disco?

Sí. La idea era la siguiente: ya que vamos a estar en esta casa tres meses metidos y todo, los ensayos y la grabación, va a ser aquí, cómo hacemos para que eso se note. Es decir, si el proceso es diferente pero luego va a sonar como cualquier disco ¿para qué hacemos todo esto? Intentamos aprovecharnos del sonido de la casa, un lugar que no está preparado para grabar, y utilizarlo como un elemento más de la producción. Costó, fue difícil, pero por eso a veces digo que para mí el disco es único y eso de que es muy visual: ningún disco puede sonar igual que este, salvo que lo grabemos nosotros y en ese sitio. Cuando lo escucho, veo aquella casa.

¿Por qué ese modo de grabar?

Para mí, grabar siempre ha sido aburrido y considero que hay partes del proceso en el estudio que van «contra la música», contra la creatividad, o el talento o la pasión... Sólo buscaba inventarme otro proceso y aburrirme lo menos posible. Ahora ya te puedo decir que es bastante difícil si no imposible. En el disco hay un empeño grande en dar rienda suelta a la imaginación, a la improvisación e invertir el orden normal de las grabaciones. Sé que no inventamos nada, claro, y lo más probable es que hayamos hecho cosas que ya se han hecho millones de veces, pero eran inventos para nosotros. Hemos jugado mucho, y para mí lo importante ha sido ir con esas ideas y juegos hasta el final, porque normalmente en algún punto del proceso te acojonas y tomas decisiones más estándar, no vaya a ser que alguien no las entienda o tú mismo las odies a los dos días. En el disco hemos huido de lo que haríamos habitualmente o de lo que ya hubiéramos hecho.