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Gerry Rosly, Dusty Watson, Rob Lind, Larry Parypa y Freddy Dennis son The Sonics.
«No somos unos viejos patéticos»

«No somos unos viejos patéticos»

The Sonics, la veterana banda americana de los 60, actúa esta noche en Gijón

Miguel Rojo

Jueves, 8 de octubre 2015, 04:37

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Rob Lind, el saxofonista, es uno de los miembros originales de The Sonics, una de esos nombres que mencionaban los punks, los rockers y hasta los grunges cuando se les preguntaba por las bandas más influyentes. Nacieron en la costa Oeste al tiempo que The Kingsmen, The Wailers, The Dynamics o The Drastics... Y se les considera una de las primeras bandas punk de la historia. Corría el año 1960 cuando empezaban a dar guitarrazos, y tras una fugaz carrera aparcaron el proyecto en 1968. En 2008, después de toda una vida separados, decidieron volver, recuperar el grupo y seguir tocando la misma música. Casi medio siglo después del último publicaron nuevo disco, This is The Sonics, y esta noche inician en Gijón (Albeniz, 22 horas) su gira por España.

Su primera vez en Asturias...

Sí, hemos tocado en Madrid, Barcelona... pero nunca hemos estado en Gijón. Lo cierto es que en España nos sentimos como en nuestra segunda casa. Madrid, donde estuvimos hasta ayer, alojados en un hotelito del centro, es el sitio perfecto para un puñado de viejos americanos.

¿Han tenido oportunidad de disfrutar del ambiente madrileño?

Exploramos un poco los alrededores. Cuando llegué lo primero que hice fue ir a comprarme un peine, que se me había roto en el viaje.

Eso no suena a un tío duro de una banda de rock and roll...

Pues así fue... (risas). Después ya nos fuimos a tomar algo. Puedo decir que el tiempo es perfecto, la cerveza está fría y el ambiente es cojonudo, para que suene un poco mejor (más risas).

Acaban de llegar en tren a Gijón.

Nos encanta viajar en tren por Europa. Y esperamos tener tiempo para conocer la ciudad. Nos han dicho que nos darán una vuelta en un autobús...

Después de 40 años fuera del negocio, en 2008 vuelven y, además, para tocar lo mismo de siempre.

Es lo que la gente espera de nosotros. Todo lo que queremos hacer es meter caña. No queríamos ser músicos de jazz ni nada de eso, solo subirnos al escenario y descargar toda nuestra energía. No solo por nuestros fans originales, sino porque nos dimos cuenta de que hay mucha gente joven a la que les gusta nuestra música y se compran nuestro disco.

Pero ya no son unos jovencitos. ¿Cuántos años tiene?

55 (silencio). Bueno sí, tengo 71, pero me siento como si tuviese 55.

¿Y aún tiene ganas de estar de gira? ¿O quizás lo hacen por el dinero?

Si no estuviésemos enamorados de lo que hacemos, no estaríamos de gira. Es duro, muy cansado. Hace un mes estuvimos en las islas británicas. Hicimos 78 espectáculos, una auténtica locura. Así que no es por el dinero, lo hacemos porque nos encanta. Por las caras de la gente cuando los ves desde el escenario.

¿Se llevan ustedes bien?

La verdad es que nos conocemos tan bien que no tenemos ningún problema. Gerry Roslie (cantante y líder de la banda) y yo somos como hermanos. Todos nos llevamos muy bien.

Y con todo el ruido que hacen, ¿no se resienten los oídos?

(Risas) Yo estuve muchos años en el ejército, era piloto de cazas. Y después fui 25 años piloto comercial. Mis oídos están curados de espantos.

No le hacía a usted pilotando un caza. ¿Entró en combate?

Estuve haciendo incursiones en Vietnam, pero cuando acabó la guerra me pude pasar a la aviación civil. Fue una suerte. No me gustan las guerras.

En Gijón van a tocar en una sala. ¿Prefieren la intimidad o los sitios grandes para tocar?

Cuando alguien paga 15, 20 o 30 euros por vernos, la verdad es que me da igual si estamos en un sitio pequeño o en uno grande. Nuestra obligación es darlo todo sobre el escenario, vaciarnos. El público es para nosotros como una pila que nos da energía, y nuestra obligación es devolvérsela.

¿Tenían miedo a fracasar cuando decidieron volver?

Decidimos que si no íbamos a ser lo suficientemente buenos, nos retiraríamos. Ensayamos un par de meses y vimos que éramos sólidos y podíamos hacerlo. Si no fuese así lo dejaríamos, no queremos ser una de esas bandas que se arrastran por ahí. No somos unos viejos patéticos.

¿Se ven tocando dentro de, digamos, otros diez años? Tendría usted más de ochenta.

Pues la verdad es que ni me lo planteo, pero no lo descarto. Yo al menos me veo con ganas. Y estamos preparando nuevas canciones para publicar disco, quizás la próxima primavera.

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