Borrar
Lleno completo en el Conservatorio de Langreo para el concierto de Forma Antiqva.
'Amor crudo', el barroco hecho sentimiento

'Amor crudo', el barroco hecho sentimiento

Estuvieron acompañados en el recital por la soprano María Eugenia Boix, el alto Calos Mena y la violonchelista Ruth Varona

ALBERTO PIQUERO

Lunes, 12 de octubre 2015, 00:26

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Con un programa dividido en seis apartados, seleccionados de la obra de Agostino Steffani (1654-1728), 'Begl'occhi, oh Dio, non più', 'Dimmi, dimmi, Cupido' (edición de Forma Antiqva), 'Ochi, perché piangete?' (también edición suya), 'Crudo amor', 'Sol negl'occhi' y 'Placidissime catene' (de nuevo acogidos a su propia adaptación), Forma Antiqva, los hermanos Zapico, Aarón en el clave y la dirección, Pablo en la guitarra barroca y Daniel pulsando la tiorba, acompañados por el violonchelo de Ruth Varona y las voces de la soprano María Eugenia Boix y del alto Carlos Mena, rindieron tributo a la Música Antigua del barroco. Lo hicieron bajo el epígrafe de una de las secciones, 'Crudo amor', expresivamente subtitulado 'Pasiones y afectos en la voz de Agostino Steffani', pues las emociones y los sentimientos presidieron el virtuosismo interpretativo de esta formación musical que tiene reconocimiento internacional y que ayer fue, por así decirlo, profeta en su tierra, donde ya lo ha sido otras veces, bien que su presencia local, en palabras de Aarón Zapico, «no sea tan frecuente como quisiéramos», poniéndose a disposición de las instituciones langreanas.

'Amor crudo' ha tenido un recorrido preliminar desde que les fue solicitada por el Festival de Ludwigsburger (Alemania), uno de los espacios europeos que han frecuentado con gran éxito. Esta misma semana concluyeron la grabación en el Auditorio de Oviedo, tras haberlo aquilatado en sucesivos recitales.

Les presentó ayer la directora del Conservatorio del Valle del Nalón, Amparo Antuña, quien hizo memoria de que los hermanos Zapico se formaron en este centro; recordó a Eloy Zapico, padre fallecido de los componentes de Forma Antiqva y pionero en el impulso de esta vertiente musical, así como también evocó la figura de Manuel Fernández Rodríguez, Jaurés, que da nombre al conservatorio y fue generoso mecenas del mismo.

En el patio de butacas, repleto, el alcalde de Langreo, Jesús Sánchez, junto a otros representantes municipales, colegas de profesión y un sector de público infantil y adolescente, promesa de futuro.

Los títulos del repertorio dan pistas acerca del exquisito concierto ofrecido, mediante sus alusiones a Cupido y a sus concatenamientos placidísmos. Servidos por las voces excepcionales de María Eugenia Boix -una soprano de notas purísimas que pasea por las cumbres de los agudos como en un vuelo- y Carlos Mena, poseedor de un arco vocal de características amplísimas y enorme expresividad gestual; en plenitud ambos, tanto en las arias como en los duettos. Aarón Zapico sostuvo la grandeza y el fondo solemne del clave, mientras que Daniel y Pablo ejecutaron en las cuerdas un ejercicio de compleja dificultad que ellos resuelven en forma de pulquérrima sencillez, como quien cose y tañe. Ruth Varona hizo del violonchelo un instrumento del alma.

Que la música barroca tiene puertas abiertas al público actual, lo demostraron los «¡bravos!» que pusieron el colofón, después de varias cosechas de ovaciones, obligándoles a regresar al escenario para regalar el dúo que cierra 'La coronación de Popea', de Claudio Monteverdi.

Arte excelso, del que derrama un pedazo de cielo en los valles bíblicos y en los mineros. Que además contribuyó a la solidaridad que solicitó la Cruz Roja para cuatrocientas familias langreanas que viven en la precariedad. Arte humano. El barroco hecho sentimiento.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios