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Jessica M. Puga
Viernes, 15 de abril 2016, 18:12
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La espera ha terminado. El Gijón Sound Festival inicia su cuarta edición con un programa que transforma a la ciudad en un macroescenario en donde la fiesta no terminará hasta el domingo. Pero el ambiente no solo está en las salas de conciertos y teatros por las que durante tres días pasarán Tindersticks -concierto inaugural-, Niño de Elche o el mismísimo Luis Eduardo Aute. La fiesta se contagia a pubs, restaurantes y hoteles que aprovechan el repunte turístico que deja el certamen y generan un mapa de actividad paralelo para todos los públicos.
Esta ruta, alternativa y complementaria al mismo tiempo, la dibujan bares como Lanna Club, Lord Play, Mubarak, Sixty, Zephyr o el Savoy. Ellos, además de colaborar, programan también actuaciones musicales para las noches. Por ejemplo, en El patio de la favorita están hoy Dowton Trío y Adolfo Campillo a partir de las 21 horas; y en Cactus, Javi Muñoz. Para reponer fuerzas, al listado se suman locales gastronómicos con propuestas, en algunos casos, que no dejan lugar a dudas de que este fin de semana Gijón es Sound Festival. El candil ha preparado un arroz meloso Nacho Vegas, con espárragos verdes y gambas rojas. Un menús especial con el que el propietario del local, Camacho, quiere "dar continuidad a la ciudad y poner en valor que cualquier tipo de evento revierte beneficios en toda la ciudad". Algo parecido piensa el encargado del Café Dindurra, Miguel Méndez, que durante el fin de semana propone degustar el vermú Los Ilegales, a base de vermú blanco, lichi, un golpe de ginebra, naranja deshidratada y un poco de hierbabuena, acompañado por una tapa de callos a la asturiana. "Es necesario contar con más personal ante el movimiento que esperamos estos días", advierte.
La actividad del Gijón Sound Festival se puede disfrutar hasta que el cuerpo aguante. Cuando deje de hacerlo, el foráneo repondrá fuerzas en algún hospedaje. De todos, tres hoteles y una pensión de la ciudad se han adherido al programa festivo y registran buenas cifras de ocupación. El Hotel San Miguel, por ejemplo, tiene llenas sus 43 habitaciones. "Se nota la afluencia de público que genera el festival", apunta la recepcionista Luisa. "Viene mucha gente del País Vasco, León, Valladolid y Galicia, y algo de Madrid", enumera, y adivierte que al festival no solo atrae a gente joven. Todos los públicos tiene cabida en un Gijón Sound Festival que no es solo música.
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