Mitrevska: «'Mazepa' encantará al público»

La Ópera de Oviedo se prepara para un estreno por partida doble e incluso triple. Por un lado, el arranque de su 69 Temporada, que será el próximo domingo, 11 de septiembre, y que supondrá todo un acontecimiento, ya que se tratará de la primera vez que la música de la ópera 'Mazepa' de Tchaikovsky suene en un teatro español: el Campoamor. Y, por otro, el debut de Elena Mitrevska como directora del Coro de la Ópera tras las dos funciones de 'Nabucco' que se representaron en el Jovellanos. Pero, contra lo que pudiese parecer, la joven maestra macedonia no está nerviosa «en absoluto». Y, de hecho, confiesa que, tras unas breves vacaciones en las que aprovechó para «descansar, ver a la familia y trabajar» a caballo entre Macedonia, Viena y Nueva York, «estaba deseando volver a Asturias» y meterse de lleno en harina.

Así lo aseguraba ayer durante el ensayo de la formación creada en 1989, con 45 integrantes fijos que superan el medio centenar con los refuerzos que requiere esta partitura, y que ella dirige con una seguridad contagiosa desde marzo. Y es que tanto Mitrevska como el subdirector del coro, Gorka García, están convencidos de que 'Mazepa' «va a encantar al público asturiano. Sabemos que va a gustar porque, además, va a sonar grandiosa».

«Es algo nuevo, totalmente diferente a las óperas que se suelen representar en el repertorio clásico. Y, además, resultará muy interesante para el público español conocer el folclore ruso. Puedes sentir la cultura rusa a través de la música, algo que encuentro muy emocionante», explicaba la directora de Skopje, que no ocultaba, sin embargo, que «la partitura ha supuesto todo un reto». Y no es de extrañar, porque, como se puede comprender, «cantar en ruso añade una gran dificultad», apuntaba su 'número dos'.

«Hemos trabajado mucho el idioma porque, aunque yo vengo de Macedonia y nuestra lengua tiene muchas similitudes con la rusa, hay ciertas letras que son muy difíciles de pronunciar para el coro. Pero hemos ensayado muy duro con la ayuda de una de las integrantes de nuestra formación, que es ucraniana», afirmaba una exultante Mitrevska, que se confiesa «muy feliz en Asturias» y se le nota.

Pero todavía hay otra dificultad añadida, subrayaba Gorka García, porque, «vocalmente, esta es una ópera bastante aguda para sopranos y para tenores». Por no mencionar que los miembros del coro «tienen que hacer un montón de cosas al mismo tiempo». Aunque la directora de escena, Tatjana Gürbaca, coincide con Mitrevska en que «la entrega, el entusiasmo y las ganas de aprender de un coro semiprofesional como este, en el que nadie mira el reloj durante los ensayos, son elementos que juegan a favor y que, en ocasiones, no se encuentran en una formación profesional».

Precisamente, «la calidad y la trascendencia de sus actuaciones» ha hecho merecedora a la agrupación coral del Urogallo de Bronce que concede el Centro Asturiano de Madrid, un galardón que ayer entregó a sus integrantes Jaime Martínez, presidente de la Asociación Asturiana de Amigos de la Ópera.

Dos de sus ellos, la estudiante de Filología Francesa Paloma Andreu y el alumno de Enfermería Carlos Fernández, 21 y 27 años, soprano y tenor segundos, además de novios y residentes en Oviedo, transmitían el entusiasmo que contagia su directora antes de abordar el ensayo diario de dos horas de duración (de ocho a diez de la noche) que tenían por delante: «Esta es la ópera que más nos gusta de toda la temporada, todo un descubrimiento, muy guapa. Y, aunque el ruso ha sido lo más duro junto con los cambios de escena y de vestuario, lo tenemos casi dominado. Va a ser un éxito».

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