Borrar
Leonor Watling.
«He pasado por todas las crisis»

«He pasado por todas las crisis»

Marlango actuará el miércoles en acústico ante 300 personas en el festival Metrópoli

AZAHARA VILLACORTA

Jueves, 29 de junio 2017, 00:16

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Leonor Watling (Madrid, 1975) y Alejandro Pelayo, Marlango, llegan el miércoles a Metrópoli solo con piano y voz, una experiencia acústica reservada a 300 personas que decidirán qué temas de sus seis discos sonarán. Y la Watling exclama eso de: «¡Estamos tan contentos Alejandro y yo de ir a Gijón armados hasta los dientes de canciones para elegir entre todos!». Pero esta vez te lo crees.

Han llamado a su último disco 'El porvenir'. ¿Cómo lo ve?

Creo que lo bonito es que no llega nunca. Eso es lo que nos hace seguir remando y tampoco le dedico mucho tiempo a pensarlo. Soy más del mes que viene, de este año... Está bien tener planes muy ligeros y atados muy suavemente porque nunca acabas haciendo lo que piensas que vas a hacer.

Canta, interpreta, es una chica Almodóvar... ¿Hace algo mal?

Tengo la suerte de dedicarme a dos cosas preciosas. Las haría aunque fuese fuera del horario laboral. Pero encima puedo vivir de eso. Pero para casi todo lo demás soy un desastre (Ríe).

Se llama Leonor Elizabeth Ceballos Watling. Ceballos por su padre gaditano y Watling por su madre inglesa. ¿Qué le tira más?

Está todo muy mezclado (Risas). Soy como el Cantábrico, como el Gran Sol, entre Inglaterra y España. Para muchas cosas soy muy inglesa, pero en Inglaterra soy súper española. Una ventaja: no tardas en darte cuenta de que no perteneces a ninguna parte.

Ahora cerramos las fronteras y levantamos muros.

Es una cosa absurda. Yo entiendo el miedo del que está en su terreno defendiendo lo que es suyo, pero hay millones de maneras de hacerlo. La única que no tiene sentido es esta.

Los británicos nos dicen 'bye'.

Me pone muy triste que estemos en un momento de tanto miedo y de buscar soluciones tan fáciles y tan simplistas. Como todos empecemos a dudar, todos vamos a cerrar nuestras casitas y va a ser un mundo horrible.

Se llama así por Leonor de Aquitania, reina feminista.

Parto de la base de que todos tenemos la suerte gigante de que en esta sociedad el 90% de la gente es feminista. Si no, no podríamos estar tú y yo aquí hablando, no podríamos tener la vida que tenemos, la pareja que tenemos... Hay mucho desconocimiento, pero si a ti te parece normal que las mujeres tengamos los mismos derechos que los hombres ya eres feminista. Lo que sí hay es un machismo de base, un ruido blanco, de esos que no notas y que están ahí. Pero un ruido que, gracias a muchísimas mujeres, cada vez es más audible.

Se acerca su 42 cumpleaños. ¿Ha sufrido la crisis de los cuarenta?

Sí. He pasado por todas (Ríe). Los 20, los 30... No me he saltado ninguna.

Pues dicen que es «el mito erótico inteligente» del cine español.

Me da como pereza y no sé que opino de eso, pero bueno... (Risas).

¿Siente la presión del físico?

Creo que eso es igual para todas las mujeres. Es verdad que a ti te ven mucho y es como estar todo el rato en junio haciendo la operación bikini, pero he conocido a mujeres mucho más estresadas por el físico. Yo creo que todo eso va por dentro, que tiene que ver con tu relación contigo, con el espejo y el paso del tiempo... No soy nada constante y de repente me da un arranque de ir al gimnasio, pero luego me da pereza y ya no voy nunca más o me voy de cañas (Ríe).

¿Y la otra crisis, la económica, le ha pasado factura?

Sí, claro. A todos. Al mundo de la cultura, muchísimo. Y nos ha pasado a todos los autónomos: que trabajamos el doble para ganar lo mismo.

Vivimos el triunfo del reguetón.

¡Uff! Me parece que hay músicas para cada cosa. Que no hay nada mejor que Rafaella Carrá para el 31 de diciembre y que no hay nada mejor que 'Despacito' en un chiringuito a las dos de la mañana, pero para tomarte el café recién levantada me parece totalmente innecesario (Ríe). Es unificar todo, aplanarlo. Pones la radio y todo el rato lo mismo. Me parece un rollo.

¿Tiene que ver con eso que ha dicho de que estamos «en un momento social muy adolescente», con el móvil, el postureo y las redes a tope?

Sí. Y, además, es muy adictivo. Me acabo de comprar un Nokia de esos que no tienen nada, solo el juego de la serpiente, pero es triste que si yo, que voy a cumplir 42, no tengo control aunque lo intente, ¿qué hace alguien que tiene 17?

¿Cómo protege su relación con Jorge Drexler y a sus dos hijos?

La verdad es que yo soy una persona bastante reservada, desde muy pequeña. A lo mejor me gustaría hablar con más relajación de mi vida privada, pero como no entiendo muy bien las líneas rojas y las reglas del juego, prefiero no jugar.

¿La conciliación es una quimera?

Mi día a día es bastante caótico y no tengo dos semanas iguales y eso para las relaciones, para los niños... Hay que estar atenta para que no se caiga nada sin que te des cuenta. Pero, a la vez, tengo más tiempo para ir al parque entre semana. Lo nuestro no es nada épico ni digno de admiración. Tengo una amiga que tuvo tres meses de baja maternal y luego se tuvo que poner a trabajar de 9 a 5 en teoría, porque en realidad nunca salía antes de las 7. Y no se te ocurra pedir jornada reducida porque te miran mal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios