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Urgente «Cuando llegué abajo y vi las llamas, se me vino el mundo encima»
El pianista Fredric Chiu actuó anoche en la Laboral y puso el broche de hora a doce días de actividad del festival. AURELIO FLÓREZ
Más de 4.000 espectadores disfrutaron del Festival Internacional de Piano de Gijón

Más de 4.000 espectadores disfrutaron del Festival Internacional de Piano de Gijón

Tras doce días de intensa actividad, el recital de Frederic Chiu clausuró anoche en la Laboral el certamen

JESSICA M. PUGA

GIJÓN.

Viernes, 25 de agosto 2017, 02:33

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El público asturiano demanda música clásica y así lo demuestra la buena acogida que ha tenido el XVIII Festival Internacional de Piano Jesús González Alonso, que acaba de clausurar edición. Atrás deja doce días de intensa actividad con la que han deleitado al público en diferentes escenarios de la ciudad: CMI Pumarín Gijón-Sur, Colegiata de San Juan Bautista, Jardín Botánico, Teatro Jovellanos, Conservatorio Profesional de Música de Gijón, la Laboral, el paseo de Begoña y hasta en Candás.

Este año ha sido el primero que los responsables han llevado a sus pianistas a un maratón de calle fuera de Gijón. Los músicos, antes de deleitar a los espectadores del paseo de Begoña, hicieron lo propio con el candasín. No hay datos exactos para cuantificar cuánta gente se paró ante una de las actividades más multitudinarias del festival, si bien su directora, Amy E. Gustafson, asegura que, antes de las seis de la tarde, a falta de cuatro para que terminara de sonar la música, ya se habían repartido los 1.200 panfletos publicitarios.

«Eso, entre quienes mostraron más interés, que hay quien pasó, escuchó y se marchó al cabo de un tiempo», matiza, al tiempo que indica que tanto el domingo en Candás como el lunes en Gijón tuvieron mucha suerte con el tiempo. «Fue increíble hacer coincidir el maratón en Gijón con el día de los Fuegos. Se notó en el ambiente y en la afluencia masiva de espectadores», indica Gustafson.

«Que el público cediera sus pianos para los alumnos que llegaron antes fue increíble»

«Estamos muy contentos con el resultado de esta edición», confirma la máxima responsable del Festival Internacional de Piano de Gijón. Especialmente sorprendida se mostró con la buena acogida que tuvo el concierto celebrado en el Jardín Botánico, que además clausuró el ciclo al aire libre que llevó por título 'Terraza del Botánico'. Unas 400 personas, es decir, el aforo completo, disfrutaron de 'Los cuatro elementos naturales en la música: agua, tierra, fuego y viento'. Sonaron piezas de Albéniz, Chopin, Debussy, Liszt y Beethoven, entre otros. Este fue uno de los pocos conciertos de pago (ocho euros) del certamen. Hubo otros tres para los que el público interesado tuvo que pasar por caja, todos ellos a cargo de los artistas invitados este año. Misha Namirovsky, de la Universidad Soochow de Suzhou (China), y la coreana Soyeon Kate Lee actuaron en el Teatro Jovellanos ante «unas trescientas personas cada uno», según la organización. El pianista chino-americana Frederic Chiu clausuró esta XVIII edición en la Laboral anoche.

De las 150 peticiones de jóvenes alumnos interesados en pasar en Gijón dos semanas de verano para perfeccionar su técnica, 65 lo consiguieron. «Hemos encontrado el tamaño perfecto», asegura Gustafson, para quien «los 80 alumnos admitidos el año anterior fueron demasiados». La mayoría son de Estados Unidos, Canadá, China y Corea y hay muchos venidos de diferentes puntos de Europa. «Las nacionalidades se suelen repetir, si bien este año lo más peculiar es que tenemos alumnos de Vietnam y Australia», apunta la directora del certamen.

También hay virtuosos españoles. De hecho, en el cupo entran los siete becados del conservatorio de Gijón. Ellos fueron los encargados de ofrecer cinco recitales al público. El número de espectadores aumentó respecto al año pasado, cuando apenas se superaron las 3.000 personas. Este año, sumando maratones y conciertos, más de 4.000 personas disfrutaron del Festival de Piano de Gijón, que ya piensa en su próxima edición. «Queremos sumarnos a festivales de otras ciudades para hacer algo conjunto», adelanta Amy E. Gustafson, que quiere agradecer a la ciudad que «hasta cedieran sus pianos para los alumnos que llegaron antes de la fecha. Eso me pareció increíble».

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