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El director Perry So, enérgico, dirige a la OSPA en el Jovellanos. AURELIO FLÓREZ
Perry So, toda una tempestad

Perry So, toda una tempestad

El director sacó lo mejor de la OSPA en el recital del Teatro Jovellanos, donde el actor Mario Gas ejerció de narrador

RAMÓN AVELLO

GIJÓN.

Viernes, 20 de abril 2018, 00:07

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El director teatral y actor Mario Gas era el principal reclamo del concierto de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA) en el Teatro Jovellanos, dentro de un espectáculo que hoy se podrá ver de nuevo en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo. Bajo la batuta de Perry So, el conjunto musical interpretó partes de 'La tempestad', de Sibelius, con la especialísima voz de Gas, encargado de la narración en determinados puntos del concierto, la misma que tiene John Malkovich en el cine, pues es su doblador al español.

Basada en la obra de teatro de Shakespeare del S. XVII, que pertenece al conjunto de lo que algunos autores han llamado romances tardíos, la música se basa en la historia de Próspero, duque legítimo de Milán, que, expulsado a la mar por su hermano, llega a una extraña isla tras naufragar su buque. La obra es enfocada por Sibelius desde un punto de vista descriptivo. Tiene la originalidad lde que So rticula las partes siguiendo el drama en vez de el orden en el que fue escrita. Son números cortos, orientalizantes algunos, todos precedidos por el preludio donde se representa la tempestad, el momento más vibrante, donde Perry So maneja muy bien las dinámicas de la orquesta.

Sin embargo, lo más aplaudido fue la segunda parte, en la que Héctor Corpus sustituyó como concertino a Alexander Vasiliev. Una versión muy envolvente de la suite de 'Tristán e Isolda', de Wagner. Un poema sinfónico con un carácter muy unitario, arreglado por Henk Vlieger en el que Perry So hizo una versión de una gran riqueza en movimientos y tiempos internos. También cuidó mucho aspectos estereofónicos, muy destacado especialmente en la intervención del corno inglés desde uno de los palcos del teatro. Color, equilibrio de cuerdas, creación de tensiones y distensiones, subrayando siempre los puntos culminantes... Aunque la obra es larga, gustó mucho y hubo grandes aplausos a su finalización.

Se puede decir que So entresacó lo mejor de todos los instrumentistas, con un viento-metal contundente, unas maderas maleabales y una cuerda muy bien empastada. Un buen concierto en el Jovellanos.

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